RÍO DE JANEIRO, 3 dic (Xinhua) — La deuda externa de Brasil se redujo a 605.464 millones de dólares en 2024, luego de que alcanzó 607.387 millones de dólares en 2023, de acuerdo con el Informe Internacional de la Deuda divulgado hoy miércoles por el Banco Mundial. El organismo internacional destacó que la posición externa del país se mantuvo relativamente estable, a pesar de cambios en el comportamiento de endeudamiento privado y de un escenario internacional marcado por una mayor selectividad de financiamiento. El Banco Mundial señaló que el volumen total de la deuda, que equivale al 29 por ciento de la renta nacional bruta y al 142 por ciento de las exportaciones brasileñas, refleja una relación de endeudamiento equilibrada, en comparación con otras economías emergentes de gran porte. Agregó que el servicio de la deuda consumió el 27 por ciento de las exportaciones del país y el 5 por ciento de la renta nacional en 2024. Para los analistas de la institución, esos porcentajes muestran que Brasil mantiene capacidad de pago en niveles confortables, aun con un escenario global de tasas de interés elevadas y volatilidad en los flujos internacionales. Los flujos financieros líquidos totalizaron 46.071 millones de dólares en 2024, impulsados principalmente por la entrada de capital orientado a activos de renta variable. De acuerdo con el Banco Mundial, 43.129 millones de dólares correspondieron a ingresos líquidos para posiciones accionarias, confirmando el interés de inversores por el mercado brasileño. En contraste, los flujos líquidos destinados a deuda fueron modestos, sumando apenas 2.943 millones de dólares. La deuda pública y aquella con garantía soberana alcanzó 194.369 millones de dólares. Entre los acreedores oficiales, los organismos multilaterales respondieron por 36.531 millones de dólares, incluidos 15.131 millones de dólares directamente vinculados al Banco Mundial. El organismo mencionó que, aunque la participación multilateral sigue siendo relevante para proyectos de infraestructura y programas de desarrollo, su proporción permanece inferior a los acreedores privados. Detalló que los acreedores privados predominaron en la estructura de obligaciones externas del país, con 150.454 millones de dólares en títulos y préstamos, lo cual refleja una fuerte integración del mercado financiero brasileño al sistema internacional, así como la elevada demanda por liquidez corporativa en los últimos años. Por su parte, la deuda privada sin garantía estatal cerró 2024 en 309.245 millones de dólares, consolidando el peso del sector corporativo en las cuentas externas del país. En tanto, la deuda de corto plazo aumentó y llegó a 84.282 millones de dólares, mientras los desembolsos de largo plazo mostraron una fuerte caída, al pasar de 208.596 millones de dólares en 2023 a 82.789 millones de dólares en 2024. Según el Banco Mundial, esa disminución fue influenciada por la fuerte reducción de recursos captados por el sector privado, cuyos desembolsos disminuyeron a 44.172 millones de dólares. Para el organismo, la combinación de menores desembolsos y estabilidad en el estoque total sugiere que Brasil atraviesa un periodo de ajuste y selectividad en su financiamiento externo. Fin

Por Vimag