SAO PAULO, 28 nov (Xinhua) — La 30ª Conferencia de las Partes (COP30) de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada este mes en la ciudad brasileña de Belém dejó un saldo complejo, pero con avances paulatinos para los países en desarrollo e innovaciones importantes que marcan el inicio de una fase de implementación más acelerada de las políticas climáticas globales, afirmó la investigadora de sostenibilidad de la universidad Fundación Getulio Vargas (FGV), Mariana Nicoletti. La COP30, realizada del 10 y el 21 de noviembre, estuvo atravesada por “un contexto geopolítico muy desafiante”, marcado por la ausencia de Estados Unidos y por una polarización reforzada en las negociaciones, de las cuales surgieron 29 documentos, señaló la especialista en entrevista a Xinhua. Nicoletti instó a que la sociedad civil y las empresas tendrán que actuar para que no se rompan los puentes ya construidos. La especialista destacó que esta COP30 fue anunciada como la “COP de la Implementación”, al marcar la transición del planeamiento a la ejecución de compromisos. Para ello, dijo, se convocó un “gran mutirão” (esfuerzo conjunto) que describió simplemente como una movilización ampliada para integrar a actores no gubernamentales. “Fue una COP con participación inédita de pueblos y comunidades indígenas, con miles de personas presentes, y también un peso enorme del sector empresarial”, señaló. En cuanto a la agenda de adaptación, la investigadora consideró que hubo dos avances principales, aunque no tan ambiciosos como se esperaba. El primero fue la reducción de los indicadores de la Meta Global de Adaptación, establecida en el marco del Acuerdo de París (2025). “Hace dos años eran 1.000 indicadores. Un grupo de especialistas trabajó arduamente y conseguimos llegar a 100, de los cuales 59 quedaron en el texto final”, explicó. Esos indicadores deberán orientar la política nacional de adaptación. “Nuestro Plan Clima tiene 17 planes sectoriales para reducir impactos y riesgos climáticos, pero todavía no tenemos un sistema de monitoreo ni medios de implementación definidos. Lo que salió de la COP debe retroalimentar ese plan nacional y programas como Adapta Ciudades, que apoyará más de 600 planes municipales en los próximos tres años”, dijo. El segundo punto relevante fue el compromiso de triplicar el financiamiento para adaptación desde países desarrollados hacia países en desarrollo. Pero la definición dejó dudas. “El número estimado es de 120.000 millones de dólares anuales, pero el compromiso quedó fijado hasta 2035, agregando cinco años más de lo que pedían los países en desarrollo. Y lo más grave: no se estableció una línea de base. No sabemos si se triplica respecto de 2020, 2025 o qué año. Eso cambia todo”, subrayó. Nicoletti recordó que incluso 120.000 millones de dólares serían insuficientes, ya que las estimaciones indican que los países en desarrollo necesitan unos 300.000 millones para adaptarse de forma preventiva, mientras las pérdidas y daños por eventos extremos ya rondan los 400.000 millones anuales. Además, aproximadamente un tercio de esa brecha deberá provenir del sector privado, lo que plantea el desafío de cómo incorporar la adaptación en los cálculos de retorno empresarial. Pese a las limitaciones, la investigadora afirmó que esta COP dejó un conjunto de nuevas herramientas orientadas a la implementación en los próximos dos años. Entre ellas mencionó el Mecanismo de Acelerador de la Implementación, el Mecanismo de Transición Justa, el RAIZ Accelerator para restauración de áreas degradadas, el fondo para Bosques Tropicales y la Misión de Belém para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius. “El mayor potencial está menos en los compromisos escritos, que fueron incrementales, y más en esta nueva caja de herramientas que ahora tendrá que ganar cuerpo”, evaluó. Consultada por Xinhua sobre el balance específico para los países en desarrollo, Nicoletti consideró que la COP30 fue “más positiva que otras, no en financiamiento, sino en el reconocimiento de la transición justa como tema central del texto final”. También destacó que los indicadores de adaptación no quedaron condicionados a aportes presupuestarios internos de los países en desarrollo. “Ese fue un punto muy importante. Y logramos que entren indicadores sociales de inclusión, género, raza y etnia”, afirmó. Fin

Por Vimag