SAO PAULO, 24 nov (Xinhua) — El Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva impulsa un nuevo modelo de desarrollo para Brasil basado en la responsabilidad fiscal, la justicia social y la sostenibilidad ecológica, afirmó este lunes el viceministro de Hacienda, Dario Durigan. Al participar en el encuentro anual de la Federación Brasileña de Bancos (Febraban), el ministro destacó la necesidad de ampliar el espacio presupuestario destinado a la inversión pública en los próximos años. Aseguró que Brasil, la mayor economía de América Latina, atraviesa “un nuevo momento, marcado por la generación de empleos, el aumento de la renta y el avance del ahorro privado y de la inversión pública”. Según el viceministro, la actual política económica “dio un tono de prosperidad que hacía mucho tiempo no se veía en el país” y se sustenta en “tres compromisos fundamentales asumidos diariamente por el Gobierno federal: responsabilidad fiscal, justicia social y sostenibilidad ecológica”. Durigan enfatizó que el equipo económico rechaza los discursos vacíos y prioriza “la entrega de resultados concretos”. Agregó que, desde 2023, el Gobierno lideró reformas estructurales que permiten proyectar un nuevo ciclo de desarrollo apoyado en dos ejes centrales: la transformación ecológica y la transformación digital, orientadas a modernizar la economía y elevar la productividad. Durigan detalló que, entre 2023 y 2024, el Ejecutivo aplicó “el mayor ajuste fiscal de los últimos 30 años”, combinando aumento de ingresos y contención de gastos, con un esfuerzo equivalente a 1,7 puntos porcentuales del PIB, según el criterio del Tesoro, y 2,03 puntos porcentuales, según el Banco Central. Explicó que el crecimiento del gasto primario en 2023 respondió al pago de obligaciones atrasadas, como sentencias judiciales contra el Estado, compensaciones regionales y complementos del fondo educativo, pero subrayó que el Gobierno buscó nuevas fuentes de ingresos para mantener las cuentas equilibradas. En el ámbito social, destacó que la economía generó 5 millones de empleos, redujo la desigualdad al menor nivel del índice de Gini en años y confirmó que Brasil volvió a salir del mapa del hambre. Añadió que alrededor de 2 millones de personas dejaron de depender de subsidios de subsistencia como el programa Bolsa Familia, gracias al aumento del empleo y de los ingresos. Al defender un nuevo perfil presupuestario, propuso ampliar la inversión pública. “Para avanzar en la agenda de ganancia de productividad, que me parece central para los próximos años en el país, es necesario reducir la rigidez del presupuesto y abrir espacio para la inversión pública”, sostuvo Durigan. Fin
