BELÉM, Brasil, 22 nov (Xinhua) — La COP30 concluyó en la noche de este sábado en Belém con un mensaje de continuidad en la cooperación climática, pese al ambiente político internacional adverso y a la presión acumulada tras dos semanas de negociaciones intensas. En la plenaria final, el presidente de la conferencia, el brasileño André Aranha Corrêa do Lago, afirmó que el proceso demostró que, incluso en un contexto de tensiones globales y desinformación creciente, los países “no renuncian al multilateralismo climático” y mantienen la convicción de preservar y fortalecer el Acuerdo de París. Corrêa do Lago señaló que Belém consiguió “una hoja de ruta concreta para acelerar la acción climática en esta década decisiva”, aunque reconoció que temas clave como la transición energética, el financiamiento y la adaptación seguirán bajo presión en 2026. El presidente de la COP30 destacó que, pese al incendio que obligó a evacuar el recinto principal días atrás, las delegaciones demostraron “resiliencia y espíritu de cooperación” para retomar con rapidez el trabajo técnico y político. Agradeció el “mutirão”, el esfuerzo colectivo inspirado en la palabra de origen indígena adoptada por la presidencia, que permitió cerrar un paquete equilibrado de decisiones en medio del complejo escenario global. En la conferencia de prensa de clausura, el secretario ejecutivo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, afirmó que la COP30 “mostró que la cooperación climática está viva y en movimiento, manteniendo a la humanidad en la lucha por un planeta habitable, pese a los vientos políticos en contra”. Stiell subrayó que, aunque un país dio un paso atrás, “194 países se mantuvieron firmes y unidos en el apoyo al proceso climático”, enviando una señal política contundente sobre la continuidad del multilateralismo climático. El funcionario destacó que el texto del llamado “mutirão” reafirmó que el Acuerdo de París “está funcionando” y que el límite de 1,5 grados “sigue siendo el objetivo central”. Resaltó que los países acordaron que “la transición hacia bajas emisiones y un desarrollo resiliente es irreversible”, un mensaje que, según él, refleja tanto el consenso político como el movimiento de los mercados, con inversiones en energías renovables que ya duplican a las destinadas a combustibles fósiles. El responsable de ONU Cambio Climático sostuvo que el Paquete Agenda de Belém entregó resultados concretos con impacto inmediato en la vida de millones de personas, entre ellos la movilización de un billón de dólares para redes eléctricas limpias; la protección o restauración de cientos de millones de hectáreas de bosques, tierras y océanos, y el fortalecimiento de la resiliencia de más de 400 millones de personas. “Estos logros no son un espectáculo paralelo. Son progreso real en las cuestiones que miles de millones de personas consideran esenciales”, afirmó. Stiell precisó también los elementos centrales del texto negociado: el acuerdo unánime sobre transición justa, género y la triplicación del financiamiento para adaptación; la invitación a todos los actores a “acelerar y ampliar la acción climática en todo el mundo”, y el compromiso de los países de avanzar en la implementación de sus planes climáticos nacionales. Reconoció, no obstante, que varios países querían mayor ambición en financiamiento y respuesta a desastres climáticos. “Con o sin instrumentos de navegación, nuestra dirección es clara: el cambio hacia renovables y resiliencia es imparable”, afirmó. Fin
