SHENZHEN, 17 nov (Xinhua) — Hace apenas unos días, un vuelo de carga con 1,3 toneladas de atún rojo español aterrizó en el Aeropuerto Internacional Bao’an de Shenzhen, provincia de Guangdong, en el sur de China. En cuestión de pocas horas, el lote de pescado fresco de esta especie conocida como “la joya del mar” completó los trámites aduaneros y rápidamente entró en el mercado de productos de mar de alta gama de Shenzhen. Este recorrido del corazón del Atlántico Norte a la mesa del consumidor chino en menos de 24 horas no solo es un triunfo de la logística, sino también un vívido reflejo de la cada día más estrecha cooperación económica y comercial entre China y España. Según datos publicados por la Aduana de Shenzhen, en los primeros diez meses del año el volumen total de importaciones y exportaciones entre Shenzhen y España alcanzó los 24.910 millones de yuanes (unos 3.518 millones de dólares), lo que representa un aumento interanual del 11,6 por ciento. En concreto, las importaciones se expandieron un 12,7 por ciento y sumaron 3.190 millones de yuanes, mientras que las exportaciones crecieron un 11,5 por ciento, hasta alcanzar los 21.720 millones de yuanes. El auge del intercambio con España ilustra la profunda integración entre ambos países en sectores como la agroalimentación, la manufactura de alta gama y las tecnologías ecológicas, y evidencia el avance de la asociación estratégica integral que unen los dos países. El atún rojo español, emblema de la dieta mediterránea, es célebre en todo el mundo por su textura fina y sabor único. Sin embargo, este producto fresco de alto valor exige plazos de transporte y condiciones de cadena de frío extremadamente estrictos, y cualquier demora puede comprometer su calidad o generar pérdidas. Para superar este reto, la Aduana de Shenzhen ha implementado de forma pionera medidas como la declaración anticipada y la inspección y liberación a la llegada, con el fin de facilitar el despacho aduanero a la llegada y la liberación de mercancías sin demoras. “Los productos acuáticos importados por nuestra empresa, como el atún, logran en su mayoría ‘llegar al puerto y estar disponibles en el mercado el mismo día'”, destacó Tan Weiping, subgerente general de International Cargo Centre Shenzhen. El eficiente proceso de despacho aduanero ha impulsado un aumento superior al 30 por ciento en el volumen de negocios que requieren cadena de frío de la empresa en lo que va de año, precisó Tan. Cabe destacar que la aduana del aeropuerto de Shenzhen ha implementado un mecanismo de “lista blanca más monitoreo de riesgos”, al lanzar canales rápidos para los productos acuáticos refrigerados importados que cumplen con los requisitos, reduciendo el tiempo de despacho en más del 90 por ciento y garantizando tanto la seguridad alimentaria como la eficiencia logística. Gracias a estas mejoras, en los primeros diez meses del año el valor de los productos acuáticos importados desde España por Shenzhen se disparó un 47,3 por ciento interanual y llegó a los 100 millones de yuanes. Además del atún, el aceite de oliva, el jamón, el vino y los cítricos españoles de primera calidad están entrando con rapidez en el mercado chino, respondiendo a la demanda de los consumidores por una vida de alta calidad. Si lo que España exporta a China es el “Mediterráneo en el paladar”, lo que China envía a España es el “futuro en la punta de los dedos”. En los últimos años, gracias a su alta relación calidad-precio e innovación constante, los productos de alta tecnología de China, como computadoras y sus componentes, vehículos eléctricos, baterías de litio y módulos fotovoltaicos, han ganado una gran popularidad en el mercado español. Tomando como ejemplo los vehículos de nueva energía, a medida que Europa acelera su transición ecológica, la demanda de movilidad eléctrica en España sigue en aumento. Según cifras publicadas por el fabricante chino de vehículos eléctricos BYD, con sede en Shenzhen, en julio de 2025 la empresa encabezó las ventas de vehículos enchufables en España con una cuota de mercado del 10,3 por ciento. Las marcas chinas, con su tecnología madura de sistema trieléctrico, configuraciones inteligentes y servicio postventa completo, han abierto rápidamente el mercado local. Mientras tanto, Shenzhen, como un centro global de la industria electrónica e informática, también exporta constantemente productos electrónicos de consumo, equipos de comunicación y drones, entre otros, a España y todo el mercado de la Unión Europea (UE) mediante nuevos modelos como el comercio electrónico transfronterizo y almacenes en el extranjero. Este patrón de complementariedad no solo ha optimizado la estructura comercial bilateral, sino que también ha creado más oportunidades de cooperación para las compañías de ambos países. Cada vez más pequeñas y medianas empresas españolas comienzan a buscar socios chinos a través de plataformas como la Exposición Internacional de Importaciones de China y la Feria de Cantón, mientras que las firmas chinas también están ampliando su presencia en España, viéndola como una puerta al sur de Europa y, más allá, a América Latina. El mes pasado, el viceministro de Comercio y representante adjunto de comercio internacional de China, Ling Ji, encabezó una delegación de 60 empresas chinas para participar en el Foro de Comercio e Inversiones China-España en Madrid, la capital de España. El encuentro se organizó por sectores, incluyendo agroalimentos, economía ecológica, fabricación de maquinaria y comercio de servicios, y culminó con la firma in situ de seis contratos de compra, un acuerdo de inversión y dos pactos de cooperación estratégica, con un valor total de unos 300 millones de dólares. La secretaria de Estado de Comercio de España, Amparo López Senovilla, destacó en su intervención el vigoroso desarrollo de las relaciones económicas y comerciales bilaterales: hay ya más de 400 empresas españolas implantadas en China, en sectores como automoción, servicios financieros, tecnologías industriales avanzadas, agroalimentación y cosmética. A su vez, España se ha convertido en destino preferente para la inversión china en transición energética, transporte sostenible y energías renovables. La funcionaria expresó su esperanza de que el foro se consolide como plataforma estable de intercambio entre empresas de ambos países, afianzando proyectos de cooperación a largo plazo y ayudando a las firmas españolas a diversificar sus exportaciones y aumentar el valor añadido de sus productos. Del azul mediterráneo a las luces del estuario del río de las Perlas, de la frescura del atún a la inteligencia del vehículo eléctrico, la cooperación económica y comercial entre China y España se expande con una amplitud y profundidad sin precedentes. Shenzhen, como vanguardia de la reforma y apertura, no solo es testigo de este proceso vibrante, sino que, con su innovación institucional y actitud abierta, se erige como motor clave para impulsar la cooperación de beneficio mutuo entre ambos países. Con motivo del 20º aniversario del establecimiento de la asociación estratégica integral China-España y el 50º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y la UE, expertos del sector señalan que las relaciones económicas y comerciales entre China y España, así como entre China y la UE, afrontan nuevas oportunidades de desarrollo. De cara al futuro, con la continua profundización de la asociación estratégica integral China-UE, se prevé que el comercio sino-español alcance un nuevo nivel. En este camino de cooperación que cruza montañas y mares, los productos frescos y la tecnología inteligente seguirán entrelazándose, escribiendo un nuevo capítulo para estas dos antiguas civilizaciones. Fin
