Por Carina López y Pool Contreras MÉXICO 25 ago (Xinhua) — La producción de semiconductores se ha convertido en un factor estratégico para el crecimiento económico y la independencia tecnológica de los países, y México busca posicionarse en esta industria clave. A través del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y centros de investigación especializados, México trabaja en el diseño, prueba y empaquetado de microchips, con el objetivo de formar talento, atraer inversiones y reducir la dependencia de insumos extranjeros en sectores como la electrónica, la automotriz y la inteligencia artificial. En entrevista con Xinhua, el doctor en Ciencias y profesor en el Centro de Nanociencias y Micro y Nanotecnologías del IPN, Norberto Hernández, afirmó que en la actualidad, los semiconductores son un activo muy importante para todas las naciones. “De hecho, se dice que donde estén las fábricas de semiconductores, donde se produzcan, es donde va a estar el mayor poder político”, dijo. En este contexto, se anunció recientemente la creación del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores Kutsari, que contará con sedes en los estados mexicanos de Puebla (centrosur), Jalisco (oeste) y Sonora (noreste), integrando al IPN como uno de sus principales colaboradores. Lo que buscamos, explicó el investigador, es innovar en nuevos materiales semiconductores y en sus aplicaciones, es decir, tener un dispositivo semiconductor que quizá pueda ser un sensor de un gas contaminante, de temperatura, de un agente biológico, etcétera. “Hay mucha oportunidad para que desde la academia, a través de investigación y desarrollo de nuevos materiales, podamos incursionar en la industria”, sostuvo el experto en Ciencias. Con apoyo del Gobierno mexicano, continuó Hernández, se busca que para el 2030 se consolide un centro de diseño donde se fabriquen distintos tipos de semiconductores. “Ahí creo que podemos aportar fuertemente en la parte de la fabricación, ya sea para preparar y capacitar el talento necesario para operar una planta de semiconductores o para innovar, investigar y desarrollar un nuevo proceso que se requiera en esta industria que se quiere consolidar en México”, refirió. Asimismo, Hernández aseguró que contar con una industria nacional de semiconductores permitirá reducir la dependencia tecnológica del país. Para iniciar en esta área tecnológica, resulta idóneo enfocarse en los semiconductores que, aunque no son de última generación, ya están consolidados y se utilizan en productos comerciales, de acuerdo con el científico mexicano. En la actualidad, muchos dispositivos como automóviles, teléfonos móviles o electrodomésticos dependen del uso de semiconductores y su funcionamiento está sujeto de manera directa a la disponibilidad de estos componentes. Un dispositivo no puede salir al mercado si carece de un chip esencial. “La colaboración entre academia, industria y gobierno, junto con la innovación continua en investigación y desarrollo, permitirá sentar las bases para una industria nacional sólida, capaz de responder a la creciente demanda tecnológica y de impulsar sectores clave como la inteligencia artificial y la electrónica avanzada, asegurando así un impacto positivo en la competitividad y el desarrollo del país”, consideró el profesor. Además, Hernández comentó que establecer esta industria en México otorga una gran oportunidad a los jóvenes estudiantes del IPN, pues algunos son técnicos, maestros e ingenieros, quienes ya cuentan con toda la estructura académica para atender programas relacionados con la industria de los semiconductores y otros pueden ser capacitados. “Hoy en día está existiendo un desabasto de fuerza laboral en la industria de semiconductores, esto es porque los trabajadores de esta industria tienen 60 años de estar activos. Entonces, muchos de los trabajadores originales ya están completando su ciclo de vida laboral y se está quedando vacía, pues se está haciendo una escasez de fuerza laboral”, mencionó. En los próximos años, agregó el especialista, se continuará aprovechando la infraestructura que se tiene en el IPN para seguir innovando en la utilización de nuevos materiales semiconductores, sobre todo en aplicaciones que hoy en día están creciendo rápidamente, como por ejemplo la inteligencia artificial. Este proceso de desarrollo tecnológico no se logra en cinco o 10 años, sino que requiere un esfuerzo sostenido a largo plazo. Sin embargo, en el presente, el científico consideró un momento oportuno para sentar las bases de esta industria y fortalecer la soberanía tecnológica de México. Fin