NACIONES UNIDAS, 19 ago (Xinhua) — El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, afirmó el martes que los trabajadores humanitarios, quienes cada vez sufren más ataques, constituyen la última línea de vida para más de 300 millones de personas atrapadas en conflictos o desastres en todo el mundo. “El año pasado, una cifra récord de al menos 390 trabajadores humanitarios fueron asesinados en distintas partes del mundo. Desde Gaza hasta Sudán, pasando por Myanmar y más allá. El derecho internacional es claro: los humanitarios deben ser respetados y protegidos. Nunca pueden ser blanco de ataques”, dijo el jefe de la ONU. En un mensaje en video con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, Guterres señaló que, aunque esta norma es innegociable y vinculante para todas las partes en conflicto, en todo tiempo y lugar, las líneas rojas se cruzan con impunidad. “Las reglas y las herramientas existen. Lo que falta es voluntad política y coraje moral”, subrayó Guterres, para quien “un ataque contra los cooperantes humanitarios es un ataque contra la humanidad”. El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, recordó que el 19 de agosto se conmemora el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria desde 2009, en memoria de los 22 trabajadores humanitarios de la ONU asesinados ese día de 2003 durante un ataque terrorista contra el hotel Canal de Bagdad, en Irak. Más temprano el martes, el secretario general adjunto de la ONU para Apoyo Operacional, Atul Khare, acompañado de sobrevivientes del atentado, encabezó una ceremonia conmemorativa en la sede de la ONU en Nueva York en nombre de Guterres, quien se encuentra de visita en Japón. El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios y coordinador de Ayuda de Emergencia, Tom Fletcher, en sintonía con Guterres, afirmó que “incluso un solo ataque contra un colega humanitario es un ataque contra todos nosotros y contra las personas a las que servimos. Ataques de esta magnitud, sin rendición de cuentas, son una vergonzosa acusación contra la inacción y la apatía internacionales”. Fin