BUENOS AIRES 18 ago (Xinhua) — El Gobierno de Argentina busca asegurar una desaceleración de la inflación en un contexto marcado por el período preelectoral, para lo cual sostiene una política monetaria centrada en un estricto control de la circulación de pesos (moneda local), explicaron especialistas. Este panorama de elevados rendimientos “muestra la falta de flexibilidad del Gobierno sobre su política desinflacionaria, basada en el ancla de precios a través del control del tipo de cambio”, explicó a Xinhua la economista argentina Florencia Fiorentin, en referencia a la estrategia que se apoya en recientes elevadas tasas de interés que podrían trasladarse con fuerza a la economía real y afectar distintos sectores de la actividad. El Gobierno junto al Banco Central se enfoca en el dinero en circulación con tasas superiores al 50 por ciento, y que en algunos casos como en el de adelantos en cuenta corriente para empresas se ubica hasta en 81 por ciento, según información de la entidad monetaria. En línea con diversas consultoras y analistas del país suramericano, la economista jefa de Epyca Consultores y profesora universitaria consideró que “las tasas están elevadas en términos reales y van a generar un efecto muy fuerte sobre el nivel de actividad que ya se estaba contrayendo en los últimos meses”. Uno de estos sectores es la producción industrial que de acuerdo con datos oficiales en el primer semestre habría crecido 7,1 por ciento interanual. Sin embargo, entidades como la Unión Industrial Argentina (UIA) aseguran que al comparar con el mismo periodo acumulado de 2023, la producción aún se encuentra 10 por ciento por debajo. “El sector, sumado a una actividad amesetada, enfrenta un aumento de tasas que puede impactar en el crédito y el costo de capital de trabajo”, señalaron recientemente desde la UIA. En versión de la consultora Outlier, citada por el diario local Infobae, la situación de elevadas tasas podría intensificarse en las próximas semanas, encareciendo el crédito al que recurren las distintas empresas. “Van a empezar a llegar noticias de los costos que pagará la economía real en la medida que los mismos se sostengan (…) la suba de tasas ya no es un tema estrictamente de los activos financieros, sino que comenzó a trasladarse al mercado de crédito y, vía el mismo, a la economía real”, precisaron desde la consultora. Para la economista Fiorentin “el control de los agregados monetarios para evitar impactos sobre el dólar está condicionando ampliamente al resto de la economía argentina”. Según la analista, a esto se suma mayores presiones sobre el tipo de cambio aún cuando el Gobierno hace esfuerzos por “intentar mantenerlo a bajo precio” a través de “intervenciones indirectas” con las que se busca revertir el ascenso registrado hacia finales de julio. Respecto de la cifra de inflación, Fiorentin sostuvo que “volvió a estancarse algo por debajo del 2 por ciento y parece lejana de perforar el 1 por ciento” que busca el Gobierno, todo ello “pese a la contracción económica, la caída real de los salarios y la estabilización del dólar”. Fin