MARÍA ELENA, Chile, 4 ago (Xinhua) — Entre la cordillera y el mar, escondida en medio del árido desierto de Atacama, se erige imponente CEME 1, la mayor planta solar de Chile que cumple un año desde su inauguración. Se trata de uno de los proyectos clave para alcanzar la ambiciosa meta climática de descarbonizar el país austral a 2050, fruto de la colaboración entre empresas de Chile, Francia y China. En la provincia norteña de Tocopilla, región de Antofagasta, en el pequeño poblado minero de María Elena, donde se ubica la última oficina salitrera activa en el mundo entre 1830 y 1930, la comunidad ha acogido con entusiasmo la entrada en funciones hace un año del parque fotovoltaico, lo que les ha permitido acceder a empleos, así como a capacitación en tecnologías verdes y recursos sustentables. “La llegada de la planta ha tenido varias etapas. En lo que es la etapa constructiva, mucha gente se vio beneficiada en temas de empleabilidad, de capacitación, de poder conocer también de qué se trata esta línea energética nueva para la comuna”, dijo a Xinhua la encargada de Cultura de la Municipalidad de María Elena, Mayra Tapia Hidalgo. “Fue bastante beneficioso, generó un impacto súper positivo en la gente”, agregó la funcionaria de la Municipalidad de María Elena. Tapia comentó que miles de habitantes de la Municipalidad han podido informarse sobre el desarrollo de energías renovables no convencionales, gracias a proyectos de vinculación en temas educativos, de salud, culturales y deportivos con recorridos dirigidos a que niños, niñas y jóvenes profundicen en áreas como las energías limpias y la transición energética. La planta fotovoltaica CEME 1, la cual cuenta con capitales chilenos, franceses y tecnología china, abastece de energía al sistema eléctrico del país sudamericano con una generación equivalente al consumo eléctrico de unos 500.000 hogares. El parque se extiende en una superficie de 435 hectáreas, un tamaño similar a 608 canchas de fútbol y cuenta con una capacidad instalada de 480 Megavatios Pico (MWp), gracias a sus 882.720 paneles solares dispuestos en una estructura fija y con una leve inclinación de 5 grados para que no se hagan sombra entre ellos, lo que permite un uso más eficiente del suelo. Utiliza, asimismo, cerca de un 90 por ciento menos de agua en comparación a otras centrales, gracias a su tecnología única de sistema de limpieza robotizado en seco, capaz de quitar el polvo de los paneles en un recorrido de 1.200 metros de este a oeste. “Chile está en un sendero de transición energética y ha definido claramente su objetivo de neutralidad de las emisiones, y claramente el proyecto es un gran aporte”, afirmó a su vez en entrevista con Xinhua el gerente general de Generadora Metropolitana, una de las compañías impulsoras, Diego Hollweck. “Estamos hablando de casi un tercio de generación eléctrica durante un año del proyecto en base puramente renovable. También el proyecto es una condición habilitante para continuar en ese proceso de transición”, dijo. Hollweck comentó que desde que comenzaron las obras del proyecto en 2022, hasta su puesta en marcha a mediados de 2024, el trabajo mancomunado con la compañía ejecutora PowerChina fue clave para el éxito de la iniciativa. “Con PowerChina realmente lo que hemos logrado es un trabajo conjunto con grandes resultados. El inicio del proyecto fue complejo, en la época de la pandemia, y eso trajo aparejado una serie de desafíos desde el punto de vista logístico, pero los superamos de forma conjunta con PowerChina”, explicó el directivo, para quien “la colaboración es una forma de generar mejores proyectos”. “Lo importante es poder traer diferentes experiencias a la mesa, diferentes formas de estructurar el negocio, de construir, y de ir logrando el mejor resultado posible para tener un proyecto de energía renovable que no solo sea sustentable en términos de su impacto en el medio ambiente, sino también sustentable en términos de su construcción, de su viabilidad económica y financiera”, declaró. Uno de los aspectos más innovadores de CEME 1 son los mencionados robots de limpieza automática, un desarrollo tecnológico relevante y modelo para otros proyectos de la región, junto con la capacidad de monitoreo de las cadenas de paneles solares y la captura de datos desagregados, gracias a la incorporación de nuevas tecnologías chinas. El supervisor en terreno de Generadora Metropolitana, Manuel Rojas, indicó a Xinhua que el robot es “100 por ciento autónomo” y tiene una programación diaria. “Se programa a una hora en específico del día para su salida y tiene que haber ciertas condiciones, entre ellas batería, condiciones climáticas, y nosotros velamos porque esa operación se realice”, explicó el supervisor. Rojas añadió que “el robot, al no utilizar agua, nos permite a nosotros ahorrar una gran cantidad, y al ser automático, no requiere mayor intervención del operario”, lo que faculta economizar recursos. Por su parte, el CEO de la empresa de origen francés, EDF Power Solutions Chile, Joan Leal, explicó que el proyecto CEME 1 contempla además “un nuevo proyecto de baterías de gran escala que se comenzará a construir este año”. “Será parte de un contrato de suministro eléctrico firmado con la Corporación Nacional del Cobre (Codelco), la productora de cobre más grande del mundo, lo que les va a permitir tener un consumo eléctrico 100 por ciento renovable a 2030”, concluyó Leal. Fin

Por Vimag