RÍO DE JANEIRO, 15 abr (Xinhua) — La COP30, que se celebrará en noviembre de 2025 en Belém, en la Amazonía brasileña, será un momento decisivo para el futuro climático del planeta, afirmó hoy la ministra de Medio Ambiente y Cambio del Clima de Brasil, Marina Silva. Durante el simposio “Conectando clima y naturaleza: recomendaciones para negociaciones multilaterales”, realizado en Brasilia, Silva dijo que la COP30 no es una oportunidad crucial para que los países avancen en la transición hacia economías más limpias, alineadas con el Acuerdo de París. Marina Silva subrayó que enfrentar el calentamiento global requiere planificación para sustituir los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables y menos contaminantes, asegurando una transición justa. “Tenemos que planear el fin de los combustibles fósiles, porque si no lo hacemos, seremos forzados a cambiar. Y ya estamos siendo cambiados”, declaró, aludiendo a los efectos visibles del cambio climático como temporales extremos, sequías, incendios forestales y desempleo. La ministra opinó que la entrega de nuevas Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs) por parte de los países signatarios del Acuerdo de París será un paso fundamental en la COP30. “Me gusta la idea de planear el cambio, porque así podemos hacerlo gradualmente y evitar sus peores consecuencias”, dijo. Marina Silva también recordó que en 2023 el planeta alcanzó una temperatura 1,5 ºC por encima de los niveles preindustriales, límite considerado crítico por la comunidad científica. “El clima es parte de la naturaleza, pero hicimos algo tan grave que ahora tenemos que reconectar clima y naturaleza como si fueran cosas separadas”, advirtió. La ministra rememoró también los compromisos asumidos hace más de tres décadas en la Cumbre de la Tierra realizada en Río de Janeiro, y señaló que la COP30, que se realizará entre el 10 y el 21 de noviembre en Belém, la capital del estado de Pará, representa una continuación y una profundización de ese legado ambiental. La ministra de los Pueblos Indígenas de Brasil, Sonia Guajajara, también participó en el simposio y resaltó la necesidad de reconocer y valorar el conocimiento tradicional indígena como ciencia en el ámbito de las negociaciones climáticas internacionales. “No estamos preocupados con la cantidad, sino con la calidad de cómo los pueblos indígenas pueden hacer valer lo que establece el Acuerdo de París: el reconocimiento de nuestros saberes como parte de la solución”, afirmó. Guajajara subrayó que la relación ancestral entre los pueblos indígenas y la naturaleza es clave para preservar la biodiversidad y enfrentar los desafíos globales. “Los pueblos indígenas en Brasil no construyeron grandes ciudades, construyeron una gran selva. Esta biodiversidad no es espontánea, es fruto de la acción continua de quienes han habitado y cuidado la Amazonía durante siglos”, concluyó. Fin