Por Gerardo Laborde MONTEVIDEO, 17 nov (Xinhua) — El primer y último debate presidencial celebrado a una semana del balotaje del 24 de noviembre en Uruguay entre el oficialista Álvaro Delgado y el opositor Yamandú Orsi era quizás el último hito de la campaña, pero no hubo sorpresas ni interacción entre los candidatos. “En ningún caso parece que fuera a ser un hecho en sí mismo determinante para el voto de quienes no tienen decidido su voto”, dijo a Xinhua el director de la consultora Factum, Eduardo Bottinelli. Las consultoras prevén un escenario altamente competitivo entre Orsi (Frente Amplio, FA) y Delgado (Partido Nacional, PN), con una ventaja del primero en todas las encuestas que en el caso de Factum es de apenas dos puntos porcentuales restando un 5 por ciento de indefinidos. El debate emitido la noche de ayer domingo por cadena nacional de radio y televisión se extendió durante una hora y media y fue en cumplimiento de una ley de 2019 que obliga a un cara a cara entre los postulantes en el balotaje. Delgado hizo una férrea defensa del Gobierno de Luis Lacalle Pou (2020-2025), planteó una agenda de continuidad con “certezas” y la promesa de continuar la senda de desarrollo y criticó en cada intervención los 15 años de gobiernos del izquierdista FA (2005-2020). Orsi, en tanto, expuso críticas al actual Gobierno, destacó su gestión de una década como intendente del gobierno departamental de Canelones (sur), garantizó que no aumentará los impuestos y prometió llevar la edad de jubilación mínima de 65 a 60 años y elevar las pensiones sumergidas. Para Bottinelli, el debate mostró a Delgado “más enfocado en cohesionar el voto de la coalición (gobernante) con referencias permanentes al FA y yendo hacia un núcleo más anti-FA”, mientras que Orsi “apareció más con una mirada propositiva hacia adelante”. Las preguntas o alusiones que deslizaron los candidatos en sus intervenciones no fueron respondidas, en el marco de un formato rígido acordado en lo previo por ambos equipos que no permitía la interacción. “Teniendo en cuenta que era tan estructurado el debate sabíamos que no iba a haber demasiado lugar a intercambios”, evaluó, en tanto, el politólogo e investigador del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de la República, Antonio Cardarello. “Ponerse a intercambiar cuando tenés un tiempo tan acotado impone salirte de tu línea y caer en la estrategia del otro. Entonces cuando hicieron alusiones o críticas generalmente no hubo respuesta”, comentó Cardarello en diálogo con Xinhua. Orsi (57 años), apuntó el especialista, “le habló claramente a aquellos que no le habían votado en la primera vuelta de octubre e hizo una gran cantidad de propuestas que se ocupó de enumerar”, mientras que Delgado (55) se dirigió “básicamente al electorado de los partidos (de la coalición) que no lo votaron”. El presidenciable del FA fue el candidato más votado en las elecciones del 27 de octubre pasado con el 43,86 por ciento, aunque no superó el 50 por ciento para evitar el balotaje, seguido por Delgado, con el 26,7 por ciento. Delgado busca recoger el apoyo del electorado de los otros socios de la gobernante Coalición Republicana, el Partido Colorado (16,07), Cabildo Abierto (2,48), Partido Independiente (1,70) y Partido Constitucional Ambientalista (0,49). El magíster y asesor en comunicación política y campañas electorales, Marcel Lhermitte, declaró a Xinhua que “en base a los objetivos que imagino se trazaron los candidatos creo que no se movieron mucho las aguas”. “Termina siendo más beneficiado Orsi que Delgado tomando en cuenta de que posiblemente este sea el último hito importante antes del balotaje y era la última oportunidad que tenía para pasar a su adversario, según las encuestas”, razonó Lhermitte. El próximo miércoles tendrán lugar los actos de cierre, Orsi lo hará en Las Piedras, en la periferia de Montevideo, la ciudad más importante de su departamento, Canelones, y Delgado planteará su mensaje de cierre en la Plaza de la Bandera de Montevideo, 24 horas antes de que comience la veda electoral. La última palabra la tendrán el domingo los 2,7 millones de electores uruguayos habilitados para elegir a su próximo presidente. Fin