SANTIAGO, 28 sep (Xinhua) — Los restos de los Asentamientos y Momificación Artificial de la Cultura Chinchorro que permanecen en el desierto norteño de Chile, que representan la evidencia arqueológica de momificación elaborada por el ser humano más antigua en el mundo, enfrentan un nuevo escenario de crisis climática, con una acelerada erosión de los suelos y la aparición de fenómenos climáticos que podrían eventualmente dañar este patrimonio. En entrevista con Xinhua, la académica de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Diego Portales (UDP) de Chile, Andrea Ortega, explicó que “la región de Arica (norte), el contexto donde se emplazó la Cultura Chinchorro, es desértica”. “Con el cambio climático, se han acelerado procesos naturales como la aridez, la erosión de los suelos, el aumento de las temperaturas y la aparición de fenómenos climáticos extremos, por lo que es relevante que las políticas de conservación tengan un proceso de monitoreo y puedan adelantarse a aquellos eventos que puedan incurrir en un deterioro o pérdida acelerada de este patrimonio”, dijo. Los Asentamientos y Momificación Artificial de la Cultura Chinchorro emplazados en la región de Arica y Parinacota, en el extremo norte del país y en medio del desierto más seco del mundo, fueron incorporados en 2021 en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Esto ocurrió gracias a un proceso liderado por los ministerios de Cultura y de Relaciones Exteriores, tras un trabajo conjunto con la Universidad de Tarapacá e instituciones locales, que buscan preservar las huellas de esta cultura ancestral que representa las primeras poblaciones que habitaron la costa del desierto de Atacama y lograron adaptarse a un ambiente árido y marino. “La Cultura Chinchorro es conocida por sus momias, las más antiguas del mundo. Esta cultura momificaba a sus muertos antes que las famosas momias egipcias”, detalló Ortega. “En ese sentido, la declaratoria hecha por la Unesco es muy importante, porque viene a valorar este asentamiento humano, que se diferencia de otros complejos arqueológicos por su técnica de momificación de sus cadáveres, lo que además da cuenta de un culto a los muertos y un amplio conocimiento de la anatomía humana”, agregó. Los Asentamientos de la Cultura Chinchorro fueron nombrados por la Unesco como Sitio de Patrimonio Mundial, precisamente los Faldeos del Morro y el Museo Colón 10; ambos ubicados en el entorno urbano de la ciudad de Arica, así como la desembocadura del río Camarones, en la comuna del mismo nombre, en la región de Arica y Parinacota. De acuerdo con el organismo internacional, estos lugares brindan testimonio de una cultura de cazadores-recolectores marinos que se desarrollaron en un medio hostil para la vida humana, aproximadamente desde el 5450 antes de Cristo (a.C.) hasta 890 a.C. “La inscripción como Sitio de Patrimonio Mundial, definida recientemente, es consecuencia de un trabajo de muchos años de investigación arqueológica y representa un compromiso del Estado con su conservación. El Asentamiento de la Cultura Chinchorro tiene un valor excepcional”, declaró la docente. En esa línea añadió, existen desafíos para el resguardo de las momias y las ruinas del asentamiento, por lo que es imprescindible “continuar con la investigación científica en relación a eventos que puedan ser una amenaza profunda para la conservación”. “Es muy importante hacer simulaciones con respecto a estos posibles fenómenos climáticos extremos y poder tomar medidas precautorias para el resguardo de las momias, que sufran lo menos posible para que la conservación de este patrimonio perdure en el tiempo y sea capaz de transmitirse a las generaciones futuras”, sostuvo Ortega. La zona donde se desenvolvió la Cultura Chinchorro pertenece a las comunidades costeras pre-cerámicas y pre-metalúrgicas que habitaron el litoral atacameño desde Ilo, en Perú, hasta Antofagasta, en Chile. Para los especialistas, esta zona contiene aún mucha evidencia arqueológica por descubrir y estudiar, principalmente en las tierras donde los Chinchorro construyeron sus cementerios, que contienen tanto cuerpos momificados artificialmente como algunos cadáveres que se conservaron debido a las condiciones ambientales. La secretaria ejecutiva de la Corporación Chinchorro Marka, Camila Castillo, precisó en una entrevista anterior con Xinhua que los bienes de la Cultura Chinchorro son de “altísima fragilidad” porque son sitios arqueológicos milenarios, cuyos principales vestigios se encuentran aún en el subsuelo y conviven día a día con la población actual. Fin

Por Vimag

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