BEIJING, 10 sep (Xinhua) — Una colección de cuentas de cristal recuperadas por la misión lunar china Chang’e-5 reveló que la Luna podría haber estado geológicamente activa hace tan solo 120 millones de años. Las muestras lunares obtenidas antes de la misión indicaban que la actividad volcánica de la Luna había cesado hace aproximadamente 3.000 millones de años, sugiriendo que el astro se había convertido en un “planeta muerto”. Sin embargo, los fragmentos de roca basáltica recuperados por Chang’e-5 sugieren un período de actividad volcánica más reciente, que se remonta a hace solo 2.000 millones de años. Una nueva investigación ha revelado que tres cuentas de cristal volcánico, las cuales se suponen que son productos del enfriamiento rápido del magma volcánico, se formaron hace solo unos 123 millones de años y fueron transportadas posteriormente al lugar de aterrizaje de Chang’e-5. Las rocas fundidas lunares enriquecidas con elementos volátiles experimentan una disminución de la presión cuando ascienden. Esto hace que los elementos volátiles escapen en forma de gases, formando un depósito de gas por encima del magma subterráneo, de acuerdo con un estudio publicado la semana pasada en la revista Science. Posteriormente, una pequeña cantidad del magma forma aerosol y partículas en suspensión dentro del depósito de gas, que finalmente son expulsados de forma explosiva sobre la superficie lunar para traducirse en pequeñas cuentas de cristal volcánico. Los investigadores del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia de Ciencias de China estudiaron cerca de 3.000 cuentas de cristal en las muestras de suelo lunar recuperadas e identificaron tres como de origen volcánico basándose en sus texturas, composiciones químicas e isótopos de azufre. La datación radiométrica de las tres cuentas de cristal volcánico ha determinado su antigüedad y ha indicado el vulcanismo en aquella época, según el estudio. El equipo también identificó una elevada abundancia de elementos de tierras raras y torio en estas cuentas de cristal, lo que indica que ese vulcanismo reciente estaba relacionado con el enriquecimiento local de los elementos generadores de calor en las fuentes del manto del magma. Estos hallazgos han dado lugar a nuevos interrogantes en la investigación lunar, incluido el origen de estas jóvenes cuentas de cristal volcánico, y han motivado la especulación acerca de la posible existencia de actividad volcánica lunar aún más reciente. La sonda Chang’e-5, que regresó a la Tierra el 17 de diciembre de 2020, recuperó 1.731 gramos de muestras lunares, que consisten principalmente en rocas y tierra de la superficie del satélite terrestre. Gracias al análisis de estas muestras lunares, se han logrado avances significativos, con más de 80 publicaciones en revistas científicas. Entre los hallazgos se encuentran la identificación del basalto más “joven” de la Luna, el descubrimiento de un nuevo mineral lunar y un tipo de mineral que contiene moléculas de agua. Este año, la misión Chang’e-6 de China ha conseguido una primicia histórica al recoger 1.935,3 gramos de muestras lunares en la cara oculta de la Luna. Este esfuerzo también es de importancia científica única y se espera que haga avanzar sustancialmente el entendimiento de la humanidad sobre la historia evolutiva de la Luna. Fin