LA PAZ, 6 sep (Xinhua) — El panorama inflacionario en Bolivia ha superado las proyecciones iniciales del Gobierno para este 2024, marcando un acumulado del 4,61 por ciento al cierre de agosto, cifra que sobrepasa la estimación oficial de 3,60 por ciento para todo el año, informó este viernes es estatal Instituto Nacional de Estadística (INE). El director del INE, Humberto Arandia, manifestó en conferencia de prensa que julio fue el mes más inflacionario con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 1,58 por ciento en agosto, el incremento mensual más alto del año hasta la fecha. Precisó que los precios de productos esenciales como el pollo, tomate y arroz, entre otros, experimentaron una subida significativa, especialmente durante la primera semana de agosto. “El pollo aumentó un 5,91 por ciento, la papa un 15,93 por ciento, y productos de papelería y televisores también registraron alzas importantes”, señaló Arandia. A decir de Arandia, la inflación ha sido impulsada principalmente por la especulación en los precios de los alimentos, exacerbada por las condiciones climáticas adversas y un contexto internacional desfavorable. Subrayó que esta tendencia no es exclusiva de Bolivia, ya que organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) han proyectado una inflación promedio del 6,9 por ciento para América Latina en 2024. Sin embargo, la situación en el país ha sido particularmente compleja debido a la vulnerabilidad de la producción local ante el cambio climático y las dificultades para mantener la estabilidad en la oferta de productos básicos. Los sectores más afectados por el incremento en los precios incluyen alimentos y bebidas no alcohólicas, recreación y cultura, así como bienes y servicios domésticos, lo que refleja un impacto directo en el gasto diario de los hogares bolivianos. El Presupuesto General del Estado (PGE) había proyectado una inflación del 3,60 por ciento para 2024, cifra que ahora parece optimista frente a la realidad económica del país. El acumulado del 4,61 por ciento ya ha superado esa meta a solo ocho meses del año, lo que pone presión sobre las autoridades para frenar la espiral inflacionaria. En comparación, Bolivia cerró el 2023 con una inflación acumulada de tan solo 2,12 por ciento, lo que hace de este 2024 un año particularmente complicado. Enfatizó que el Gobierno confía en su capacidad para gestionar la economía y controlar la inflación dentro del promedio regional, proyectados por organismos internacionales. El ejecutivo del INE ratificó que el aumento de los precios no solo refleja el impacto de factores globales y climáticos, sino también una creciente especulación en el mercado interno. Fin

Por Vimag

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