CARACAS, 30 jul (Xinhua) — El presidente venezolano, Nicolás Maduro, recién reelecto para ejercer su tercer periodo consecutivo, abordará su nuevo mandato (2025-2031) con varios retos en lo económico y social, teniendo como prioridad la recuperación económica nacional. Sin embargo, primero tendrá que lograr la estabilidad política y social de la nación, misma que, según informó el propio jefe de Estado, en las últimas horas está amenazada por un “intento insurreccional”, que se traduce en protestas que ocurren en varios estados del país. Una vez recuperada la tranquilidad en las calles venezolanas y con miras a la recuperación económica, el Gobierno se propone profundizar la diversificación de la economía venezolana, según indicó el mandatario durante su campaña electoral. Dicho anhelo coincide con la apreciación del analista internacional y profesor de la Universidad de Carabobo, Luis Ricardo Delgado, quien dijo a Xinhua que en los últimos años en el país se han registrado notables avances en esta dirección. El profesor de Ciencias Sociales precisó que la diversificación será clave para el desarrollo económico nacional. El aparato productivo venezolano durante varias décadas se caracterizó por una fuerte dependencia del ingreso petrolero y una muy alta cantidad de importaciones con los recursos obtenidos del petróleo. Delgado apuntó que dicha dinámica importadora y dependiente de la renta petrolera “afectó estructuralmente” al aparato económico nacional. Dicho daño estructural y sostenido por casi un siglo, convierte en compleja la necesaria tarea de producir en el país sudamericano una gran y diversa cantidad de bienes y servicios, agregó el también Magíster en Historia de Venezuela. No obstante, el académico matizó que en los últimos años la nación sudamericana ha logrado “emprender un camino en esa dirección”. El programa de Gobierno presentado por Maduro cuando era candidato a la reelección consiste en instaurar “siete grandes transformaciones (7T)” para el país. Como primera transformación figura justamente la ya referida “diversificación incluyente” del aparato económico, haciendo énfasis en la exportación de variados rubros. El presidente ha explicado, en reiteradas ocasiones, que la diversificación de la economía que se propone superar definitivamente la dependencia del petróleo, no excluye de ninguna manera el fortalecimiento progresivo y profundo de la producción petrolera, sino más bien utilizarla como “palanca” del desarrollo. El plan de Maduro tiene como segunda aspiración “la independencia plena del país en todos los ámbitos de su desarrollo”, mientras que la tercera línea corresponde a “la consolidación definitiva del modelo de seguridad interna, de paz y de integridad territorial”. La cuarta transformación que se propone el mandatario de cara al 2031 es “la renovación total del modelo de protección social”, mismo que debe orientarse, a su juicio, a la recuperación del “estado de bienestar social”. En el programa de Gobierno resalta como quinto objetivo establecer una línea para el fortalecimiento de la democracia del país con acciones que generen “participación e inclusión” de los distintos sectores de la vida nacional. “La sexta transformación es la ecológica, es asumir la preservación del planeta, asumir la preparación de nuestro país para combatir la crisis climática”, dijo Maduro en enero pasado cuando expuso su plan de Gobierno. En tanto, la séptima línea de trabajo se propone fortalecer el liderazgo geopolítico de la nación caribeña en los distintos escenarios globales y regionales. Sobre este punto, el analista Delgado consideró “vital que Venezuela continúe en su promoción de la integración latinoamericana”, como forma de agrupamiento político de las naciones de la región que las ayude a presentarse fuertes y unidas ante los demás bloques de poder. Además de las propuestas recogidas en el programa de gobierno de Maduro, Delgado resaltó como otra meta fundamental la recuperación y expansión progresiva de los servicios públicos de la nación, haciendo especial énfasis en el sistema eléctrico. Fin