BUENOS AIRES, 3 jul (Xinhua) — Un equipo internacional liderado por la paleontóloga argentina Claudia Marsicano descubrió un tetrápodo basal gigante de unos 285 millones de años de antigüedad, un hallazgo que desafía las hipótesis actuales sobre la evolución temprana de los primeros vertebrados que abandonaron la vida plenamente acuática para incursionar en el medio terrestre, informaron hoy miércoles las autoridades. El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet) detalló en un comunicado que la nueva especie denominada “Gaiasia jennyae” se trata de un depredador superior de la era Paleozoica que fue hallado en Namibia, África, cuyo hallazgo “viene a tirar por tierra diferentes hipótesis” sobre la evolución de los tetrápodos, la principal es que estos se habían extinguido hace unos 300 millones de años. “En segundo lugar, se suponía que estos animales se habían desarrollado únicamente en regiones paleoecuatoriales tropicales y subtropicales de climas benignos, con muchos recursos disponibles, mientras en lo que hoy es Namibia, en aquel momento dominaban los climas templado-fríos, y recientemente habían ocurrido glaciaciones”, agregó. El Conicet destacó la importancia de este hallazgo, que incluyó un ejemplar casi completo, con el cráneo articulado con gran parte del postcráneo, ya que “se conocen muy pocos representantes en todo el mundo de un momento clave de la evolución de los vertebrados y de la vida en general, como fue el comienzo de la terrestrialización”. “Los tetrápodos basales fueron los primeros vertebrados que desarrollaron dígitos, en lugar de aletas pares pectorales y pélvicas, que les permitieron desplazarse sobre el sustrato e incursionar en el medio terrestre”, indicó la entidad, al tiempo que detalló que estos son la mayoría de los vertebrados (anfibios, reptiles, aves y mamíferos) con excepción de los peces. Marsicano, investigadora del Conicet, subrayó que el descubrimiento muestra que la historia de la evolución de los primeros tetrápodos no ocurrió exclusivamente en los alrededores del paleoecuador, sino que muy rápidamente después de su pasaje del medio acuático al terrestre, el grupo se dispersó hacia los continentes del sur. Además, resaltó que “Gaiasia” es “un animal gigante” para la época, con una estimación de “que debe haber medido aproximadamente cuatro metros”, frente a la mayoría de los tetrápodos basales que se conocían que son “relativamente pequeños, medían entre un metro y un metro y medio”. El Conicet subrayó que el yacimiento en el que se produjo el hallazgo es un lugar de muy complicado acceso, una zona protegida fundamentalmente para rinocerontes, y adelantó que el hallazgo ilustrará la tapa del número del 18 de julio de la revista “Nature”. Fin