RÍO DE JANEIRO, 3 dic (Xinhua) — La pobreza en Brasil se redujo al menor nivel de su historia en 2024, al alcanzar al 23,1 por ciento de la población, después de que 8,6 millones de personas salieron de esta situación, divulgó hoy miércoles el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). El IBGE detalló en su informe que el país sudamericano tenía 48,9 millones de personas que vivían con menos de 6,85 dólares por día en 2024. En 2023, el número abarcó a 57,6 millones de habitantes, lo que muestra una reducción significativa por tercer año consecutivo y la consolidación de la recuperación socioeconómica posterior a la pandemia del nuevo coronavirus. Los datos indican que la pobreza había aumentado de forma pronunciada en 2021, hasta alcanzar a 77 millones de personas (36,8 por ciento de la población), pero disminuye desde 2022 cuando se situó en 31,6 por ciento. El comportamiento histórico muestra variaciones marcadas en los últimos años, lo que a decir del analista del IBGE, André Geraldo de Moraes Simões, combina dos factores que son la mejora del mercado de trabajo y el fortalecimiento de los programas de apoyo. El IBGE registró también una fuerte caída en la extrema pobreza, definida como la población que vive con hasta 2,15 dólares por día. El número de personas en dicha condición pasó de 9,3 millones en 2023, a 7,4 millones en 2024, lo que significa que 1,9 millones dejaron esta situación. De acuerdo con el reporte, se trata del menor nivel de pobreza extrema desde 2012, cuando empezó a medirse el indicador y representó un descenso de 4,2 puntos porcentuales respecto a 2023, cuando fue de 27,3 por ciento. Pese a los avances, el estudio destaca persistentes desigualdades regionales, en que las regiones norte y noreste presentan índices mucho más elevados que el promedio nacional. El informe subraya también la desigualdad entre grupos raciales, ya que entre población blanca, el 15,1 por ciento vivía en condición de pobreza y el 2,2 por ciento en extrema pobreza. El reporte muestra que la pobreza afecta más a los trabajadores informales, ya que entre las personas ocupadas, pero sin contrato, la proporción llegaba al 20,4 por ciento, mientras que entre los trabajadores con contrato formal era de 6,7 por ciento. Fin
