TEGUCIGALPA, 29 nov (Xinhua) — Salvador Nasralla, presentador de televisión, narrador deportivo y figura mediática de larga trayectoria en Honduras, llega a las elecciones presidenciales del próximo 30 de noviembre del país centroamericano como candidato del Partido Liberal (PL), en una nueva apuesta por alcanzar el poder tras más de una década de protagonismo político. Hijo de inmigrantes libaneses, Nasralla nació en Tegucigalpa y estudió ingeniería civil en Chile, aunque nunca ejerció la profesión. De 72 años, compite nuevamente en un escenario polarizado y muy parejo, según las principales encuestas, contra Rixi Moncada, candidata del oficialismo, y Nasry Asfura, del Partido Nacional. Su candidatura, prevista desde su rompimiento político con el actual Gobierno encabezado por la presidenta Xiomara Castro, del que era designado presidencial, avanzó en medio de expectativas, críticas y el desafío de convencer a un electorado que ha sido testigo de sus movimientos entre diversas fuerzas políticas. Conocido como “el señor de la televisión”, Nasralla consolidó su imagen pública desde la pantalla chica como comentarista de fútbol, presentador de concursos y figura recurrente en la cultura popular hondureña. En 2012 fundó el Partido Anticorrupción (PAC) con la premisa de desafiar a los partidos tradicionales y combatir los altos niveles de corrupción. Un año más tarde compitió por primera vez en unas presidenciales, en las que logró el cuarto lugar y dio a su organización una presencia relevante en el Congreso. Sin embargo, el PAC se fragmentó y Nasralla perdió el control sobre la formación, después de disputas internas, lo que lo llevó a buscar nuevas alianzas. En 2017 se integró a la Alianza de Oposición contra la Dictadura, encabezando la candidatura presidencial frente a Juan Orlando Hernández. Los resultados preliminares lo dieron como ganador con una ventaja de casi cinco puntos, pero tras “caídas del sistema de cómputo” el entonces Tribunal Supremo Electoral declaró vencedor a Hernández. La oposición denunció fraude, lo que derivó en una crisis postelectoral. Tres años después, Nasralla fundó el Partido Salvador de Honduras (PSH), desde el cual se incorporó a la alianza que llevó a Xiomara Castro a la presidencia en 2021. Ocupó el cargo de designado presidencial, pero rompió con el Gobierno en 2024 y renunció, convirtiéndose en crítico de la administración. Para la elección de este 2025, Nasralla sorprendió al competir bajo la bandera del Partido Liberal. Su incorporación generó cuestionamientos debido a que en el pasado criticó duramente al bipartidismo tradicional de Honduras, protagonizado por los partidos Nacional y Liberal, y vinculó a sectores liberales con prácticas de corrupción. Sus detractores argumentan que su trayectoria refleja cambios constantes de posición, mientras que sus partidarios consideran que representa una opción distinta dentro de un sistema político desgastado. Nasralla mantiene una presencia constante en redes sociales y combina su estilo mediático con una campaña de fuerte identidad conservadora y religiosa. Reitera con frecuencia su rechazo al “comunismo” y afirma que Honduras debe retomar “valores morales y cristianos”, lo que ha abierto debate en temas como los derechos reproductivos y la naturaleza laica del Estado. Admira públicamente a los presidentes Javier Milei, de Argentina, por su manejo económico, y a Nayib Bukele, de El Salvador, cuyo modelo de seguridad ha destacado como ejemplo para implementar en Honduras. Afirma que, de alcanzar la presidencia, impulsará medidas similares para reducir la extorsión y fortalecer el orden público en Honduras, al tiempo que romperá relaciones con el Gobierno de Venezuela. El plan de Gobierno del PL, con Nasralla como candidato, se estructura en cuatro pilares: democracia y Estado de derecho, bienestar social, bienestar económico y seguridad alimentaria con prosperidad rural. Propone una combinación de inversión en infraestructura, reformas administrativas, apoyo al sector agropecuario e instalación de una comisión internacional contra la impunidad. Entre los proyectos planteados destacan un corredor interoceánico de carga, un metro para el Valle de Sula, un teleférico para Tegucigalpa, carreteras secundarias y terciarias, y construcción de represas para suministro hídrico y generación de energía. En materia agrícola plantea llevar técnicos al campo, promover valor agregado en las cosechas y mejorar la capacidad productiva local. Figura mediática, candidato persistente y con presencia constante en la escena pública, Salvador Nasralla encara este domingo una tercera aspiración presidencial. Su principal reto será persuadir a un electorado que lo ha visto transitar por diversas agrupaciones políticas y ofrecer una alternativa viable en un país marcado por la polarización, la inseguridad, la desconfianza institucional y la demanda de resultados sostenibles. Fin
