Por Noelia Aráuz MANAGUA, 3 nov (Xinhua) — Con flores, música y memorias compartidas, miles de familias nicaragüenses se congregaron el domingo 2 de noviembre en los cementerios del país centroamericano para conmemorar el Día de los Difuntos, una tradición con profundos arraigos en la cultura popular. Desde tempranas horas del domingo, los camposantos se llenaron de visitantes que limpiaron sepulcros, colocaron flores y se reunieron en torno a las tumbas para recordar a sus seres queridos. En la capital del país, la ciudad de Managua, uno de los puntos más concurridos fue el Cementerio General, ubicado en el barrio Monseñor Lezcano, un histórico camposanto fundado hace más de un siglo conocido por sus esculturas, lápidas y monumentos de arte sacro. Entre los visitantes a este camposanto estaba Alberto Ortega, quien llegó junto a su esposa para depositar flores en la tumba de su suegra. “Ella me trató como a un hijo”, recordó Alberto emocionado, mientras que su pareja aprovechó también para escuchar el concierto Melodías del Recuerdo, organizado por la Alcaldía de Managua, en la entrada del cementerio. “La música te llega al corazón, te transporta. Es una magia la música y hace recordar los momentos felices que viviste junto con los que hoy están aquí reposando”, indicó. El homenaje a la memoria de los difuntos reunió también a una delegación del Ministerio de Educación para rendir tributo a educadores nicaragüenses destacados como Gabriel Morales Largaespada, Miguel Ramírez Goyena, Lolita Soriano, Josefa Toledo y Juan Bautista Arríen. “Con mucho cariño, respeto, acompañándolos no solo en Managua, sino que en cada uno de los departamentos y municipios del país (…) honrando a los que se nos adelantaron en este plano de vida”, indicó el integrante del Consejo de Dirección del Ministerio de Educación, Juan Méndez. Por su parte, miembros de la organización “Juventud Sandinista 19 de Julio” acudieron vestidos de blanco con pañoletas rojinegras para llevar ofrendas florales y recordar a héroes nacionales o compañeros enterrados en el lugar, entre ellos Camilo Ortega Saavedra, Bismarck Martínez, Julio Buitrago y Nora Astorga. “Desde esa lucha de ellos que está imborrable en nuestros corazones y en la mente, seguimos nosotros comprometidos con ese legado histórico de ellos, con esa lucha histórica”, expresó Roger Membreño, integrante de la organización juvenil. En otras ciudades de Nicaragua como León, Chinandega y Masaya, las familias también mantuvieron vivas las costumbres, al ofrecer a las afueras de los cementerios distintos bocadillos como buñuelos, rosquillas o dulces típicos, mientras músicos contratados acompañaban las visitas con serenatas. En la ciudad occidental de Masaya, productores locales abastecieron los camposantos de lirios, dalias o crisantemos, mientras las floristerías reportaron una alta demanda de arreglos naturales e incluso cruces o canastas elaboradas con otras artificiales. Por la gran movilización de personas, el Ministerio de Salud de Nicaragua instaló en distintos cementerios clínicas móviles para los visitantes. Entre colores, aromas y canciones, Nicaragua volvió a rendir así homenaje a la memoria de quienes ya partieron y reafirmó con ello que el Día de los Difuntos es también para muchas familias una celebración de la vida y la permanencia del recuerdo. Fin
