LA PAZ, 17 oct (Xinhua) — En medio de críticas políticas y denuncias judiciales, el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Edwin Rojas, aseguró este viernes que las operaciones financieras con oro, que suman hasta la fecha 8,4 toneladas, buscan fortalecer las reservas líquidas del país y evitar un escenario de default en el pago de la deuda externa. “Estas operaciones tienen un propósito claro; fortalecer el componente líquido de las reservas internacionales, básicamente contar con divisas”, explicó Rojas en conferencia de prensa en La Paz. Según dijo, los recursos obtenidos son utilizados para cubrir los servicios de la deuda externa, garantizar la importación de combustibles e insumos esenciales para las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. El titular del ente emisor defendió así las recientes transacciones con el oro de las reservas, cuestionadas por sectores opositores y acompañadas de una denuncia penal en su contra y contra el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, por presuntos delitos relacionados con la venta anticipada del metal. “Nos hemos informado por los medios. No conocemos el contenido de la demanda, pero actuamos en estricto cumplimiento de la ley”, respondió Rojas, al tiempo que advirtió que ejercerá su derecho a la defensa ante cualquier “uso arbitrario” de los instrumentos judiciales con fines políticos. La controversia surge tras la primera operación de venta a futuro de tres toneladas de oro, concluida recientemente, que generó 388,8 millones de dólares en divisas mediante un contrato de 12 meses. La operación, explicó el BCB, permitió aprovechar la subida del precio internacional del oro y obtener liquidez sin perder la propiedad del metal. La defensa del BCB llega en un momento de tensión económica y política. El país enfrenta una merma en sus divisas disponibles, lo que ha generado presiones sobre el tipo de cambio y dificultades para financiar importaciones. En ese contexto, la venta a futuro de oro se ha convertido en una herramienta crucial para evitar un impago externo y mantener la estabilidad del sistema financiero. “Si Bolivia entrara en default, el sector privado también sufriría. Este tipo de operaciones evita precisamente ese riesgo”, advirtió Rojas. Su mensaje busca disipar la incertidumbre que rodea a la política económica del Gobierno y proyectar una imagen de control técnico frente a las turbulencias que amenazan a la economía boliviana. Fin
