Por René Quenallata Paredes LA PAZ, 16 oct (Xinhua) — Contra todos los pronósticos, el candidato presidencial Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), se convirtió en la gran sorpresa de la política en Bolivia, ya que encabezó con el 32,1 por ciento de los votos la primera vuelta de la contienda presidencial del 17 de agosto pasado. Paz Pereira se perfila de esta manera con buenas posibilidades de ratificar su victoria en la segunda vuelta electoral del próximo domingo 19 de octubre. Su lema, “capitalismo para todos”, resume la apuesta de un proyecto liberal moderado que busca reconfigurar el tablero político de Bolivia, tras dos décadas de polarización entre la izquierda del aún gobernante oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y la derecha opositora. El programa económico de Paz Pereira se articula en torno al crecimiento con equidad, descentralización productiva y reforma judicial, además de proponer el modelo “50/50” de distribución fiscal entre el Gobierno central y las regiones, así como la digitalización del Estado y una reforma constitucional que elimine la reelección presidencial. En cuanto a lo social, el candidato presidencial del PDC defiende la autonomía de los pueblos indígenas dentro de un marco republicano, además de buscar fortalecer la educación técnica, así como la transición energética. Economista, exalcalde y actual senador por el departamento de Tarija (sur), Rodrigo Paz, de 58 años, nació en España en 1967 y es hijo del expresidente boliviano, Jaime Paz Zamora (1989-1993), y de la exsenadora Carmen Pereira. La historia de la familia Paz está marcada por la política, el exilio y la guerrilla, ya que su tío abuelo, Víctor Paz Estenssoro, fue cuatro veces presidente de Bolivia (1952-1956, 1960-1964, agosto a noviembre 1964 y 1985-1989), además de ser artífice del voto universal y la reforma agraria. A su vez, su tío Néstor Paz Zamora se incorporó a la guerrilla comunista armada del Ejército de Liberación Nacional dirigida, entre otros, por Ernesto “Che” Guevara e “Inti” Peredo, y murió de inanición tras la llamada batalla de Teoponte en 1970. Jaime Paz Zamora, padre del actual candidato, además de presidente de Bolivia fue uno de los líderes socialdemócratas más influyentes de la transición democrática. Rodrigo Paz es consiente de su herencia familiar, aunque también parece querer emanciparse de la sombra de sus antepasados. “No tengo por qué definirme (políticamente), sino ofrecer al país una alternativa de renovación con la propuesta ‘capitalismo para todos'”, dijo el candidato, ante la disyuntiva de considerarse de izquierda o de derecha. Su ascenso político comenzó en 2015, cuando conquistó la alcaldía de Tarija al derrotar al candidato del MAS, entonces bajo el liderazgo del expresidente Evo Morales (2006-2019). Desde ese bastión sureño construyó una imagen de gestor técnico y dialogante, crítico del centralismo del MAS y de la retórica de confrontación de la derecha tradicional, además de dar un salto en 2020 al Senado, desde donde fortaleció su discurso de renovación institucional y eficiencia económica. En sus apariciones públicas, las cejas pobladas y el cabello oscuro evocan el recuerdo de su padre, pero su discurso marca distancia del viejo progresismo, ya que reivindica la economía de mercado, la inversión privada y la formalización del trabajo. La síntesis de sus propuestas se engloban en el lema “capitalismo para todos”, una fórmula que combina incentivos fiscales para pequeñas y medianas empresas, reducción de aranceles y una descentralización que busca devolver poder a las regiones. En ese sentido, Paz Pereira rechaza acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) y promete “gobernar sin reelección presidencial”, una promesa poco frecuente en la política boliviana. “Soy contrario a cualquier crédito del Fondo Monetario Internacional. En Bolivia, la plata alcanza para reactivar nuestra economía”, declaró Paz Pereira, previo a la primera vuelta presidencial de agosto pasado. Paz Pereira supo capitalizar el cansancio de un electorado atrapado entre dos polos: el nacionalismo estatista del MAS y el liberalismo conservador del expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, su actual rival para la segunda vuelta presidencial. Sin la postulación de Morales, histórico líder indígena del MAS, la candidatura del PDC logró atraer a los votantes moderados, urbanos, desencantados del oficialismo, así como a los indecisos que buscan una alternativa pragmática. “Represento a quienes quieren un cambio sin odio, con resultados y unidad”, suele repetir Paz Pereira en sus actos públicos. Rodrigo Paz Pereira se considera “un liberal con sensibilidad social”, un político que no grita ni polariza, pero que habla de reformas profundas, y su irrupción ha abierto una grieta en la estructura política de los últimos 20 años en Bolivia. Fin

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