BUENOS AIRES, 14 oct (Xinhua) — El respaldo financiero de Estados Unidos al Gobierno argentino se inscribe en una estrategia de endeudamiento de corto plazo que, según economistas locales, prolonga un esquema cambiario “insostenible” y profundiza la dependencia externa, en lugar de fortalecer los fundamentos productivos del país. De acuerdo con el análisis del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el reciente apoyo del Tesoro estadounidense, que incluye una línea de swap por unos 20.000 millones de dólares, constituye “un nuevo puente” dentro de una política que mantiene “artificialmente bajo” el tipo de cambio mientras se acumulan pasivos de corto plazo. “El apoyo de Estados Unidos en materia de dólares es un puente más en un esquema cambiario que no tiene sustentabilidad. Le da cierto tiempo al Gobierno, pero el mercado ya estima cuánto van a durar esos dólares”, señaló el director del CEPA, Hernán Letcher, en un encuentro con medios de comunicación, incluida Xinhua. A su criterio, en los últimos meses la Administración argentina ha logrado sostener una “frágil” estabilidad nominal gracias al ingreso de financiamiento externo y la intervención de organismos multilaterales, aunque los fundamentos reales de la economía continúan debilitados. Letcher, junto a Julia Strada, también directora del CEPA y diputada nacional, evaluaron que la economía argentina atraviesa una recuperación débil y concentrada en sectores de bajo impacto laboral, estimando un cierre de alrededor del 3,8 por ciento de crecimiento para 2025. “La recuperación de la economía se explica por la intermediación financiera, la minería y la agricultura, esta última que comparado con 2023 mejora en parte por el efecto sequía, que, en general, generan pocos puestos de trabajo”, indicaron, y agregaron que la industria, uno de los motores históricos del empleo y del valor agregado, sigue mostrando retrocesos. “La industria es la actividad más importante, con un profundo impacto en el empleo y con salarios más altos, y en materia económica suele tener un agregado de valor mayor”, destacó Letcher. La pérdida de dinamismo industrial tiene un correlato directo sobre el empleo y los salarios, continuó el economista, quien además señaló que la percepción ciudadana refleja el deterioro actual. “La postal no es muy auspiciosa en términos de lo que la gente percibe en la calle ni en materia de actividad”, afirmó el analista, al describir un escenario donde la inflación contenida convive con una caída de los ingresos y del consumo. De acuerdo con los analistas, el deterioro del poder adquisitivo marca en la actualidad la vida cotidiana de los hogares argentinos. “El salario está afectado por un aumento en los precios de los servicios y por una canasta que cambió su ponderación. Los servicios aumentaron mucho dentro del gasto total y se multiplicaron al menos un 550 por ciento”, sostuvieron. Desde el CEPA señalaron que los recortes gubernamentales en el sector público también han incidido sobre la demanda interna y la generación de empleo, profundizando la sensación de estancamiento que atraviesa la economía real. Pese a los nuevos desembolsos internacionales, el financiamiento externo “no ha logrado resolver las causas de fondo de la inestabilidad macroeconómica”, que, a juicio de los analistas, guarda relación con el déficit de la cuenta corriente que el Gobierno ha insistido en cubrir con nuevos préstamos y operaciones cambiarias. En ese contexto, el Tesoro de EE. UU. intervino directamente en el mercado argentino “comprando pesos y vendiendo dólares en la plaza local”, una maniobra que ha permitido “aliviar las tensiones inmediatas aunque sin modificar los desequilibrios estructurales”, refirieron. “La apertura del turismo (emisivo) y viajes genera un gasto importante de dólares, al mismo tiempo no se están generando las exportaciones deseadas, lo que produce un descalce fenomenal que hay que financiar de alguna forma, y no hace sostenible el modelo”, señaló Strada. De acuerdo con los analistas, el actual esquema orientado a mantener un tipo de cambio bajo y contener la inflación mediante financiamiento externo no se apoya en un plan productivo de largo plazo, todo lo cual genera incertidumbre respecto del futuro de la economía argentina. “Es un modelo sostenido con base en el financiamiento, un modelo que busca tener un dólar barato y no tiene un plan productivo. El mundo industrial se encuentra hoy muy deteriorado en Argentina”, concluyeron. Fin