WASHINGTON, 14 oct (Xinhua) — Mientras el cierre del Gobierno federal en EE. UU. se alarga a su tercera semana, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, advirtió de que está empezando a afectar ya a la economía real. “Esto está agravándose. Empieza a afectar a la economía real”, declaró a Fox Business este lunes, sin dar más detalles. Bessent añadió que el Gobierno se ha visto forzado a “reorganizar algunas cosas” para garantizar el pago a los militares, provocando retrasos o suspensiones de pagos a otros empleados federales y servicios, como los museos Smithsonian y el Zoo Nacional. También confirmó que los empleados públicos están siendo despedidos temporalmente en todo el país. El 1 de octubre, primer día del cierre, la consultora EY-Parthenon estimó que cada semana de clausura restaría aproximadamente 0,1 puntos porcentuales al PIB trimestral, o el equivalente a unos 7.000 millones de dólares en pérdidas. Politico reportó, citando una memoria de la Casa Blanca, que el impacto económico semanal podría alcanzar los 15.000 millones de dólares, destruyendo potencialmente 43.000 empleos adiciones si persiste el cierre. El Senado tiene previsto reunirse de nuevo este martes y votar otra vez la medida de financiación aprobada por la Cámara de Representantes. Sin embargo, la votación se ha quedado ya siete veces por debajo del umbral de los 60 votos. Los republicanos han intentado ganar el apoyo demócrata, pero claramente sin éxito. El bloqueo político se centra en las disputas sobre subsidios al seguro médico bajo la ley de Asistencia Sanitaria Asequible. Los demócratas insisten en que se debe preservar, mientras que los republicanos señalan que primero hay que reabrir el Gobierno. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, declaró este lunes a los periodistas que no negociará con los legisladores demócratas hasta que abandonen sus demandas sobre sanidad. Tras acusar a los demócratas de “hacer rehenes” con su postura en el cierre del Gobierno, el vicepresidente estadounidense, JD Vance, manifestó este domingo que “no negociamos con una persona que ha secuestrado a todo el Gobierno federal por una disputa sobre políticas de salud”. La opinión pública está fracturándose con esta situación sin salida. Una encuesta conducida por Reuters e Ipsos la semana pasada mostraba que el 67 por ciento de los estadounidenses responsabilizaban de manera notable a los republicanos, en comparación con el 63 por ciento que echaba la culpa a los demócratas. Conforme el punto muerto entre demócratas y republicanos se enquista sin salida a la vista, la Administración Trump ha activado despidos masivos en todas las agencias federales como Comercio, Educación, Energía, Sanidad y Servicios Humanos y Tesoro. Según USA Today, cerca de 750.000 empleados federales han sido despedidos temporalmente y recibido órdenes de no reportar al trabajo. Otros, como personal militar o controladores aéreos, han sido requeridos para trabajar sin cobrar hasta que se alcance un acuerdo sobre el presupuesto. El Gobierno estadounidense ha sufrido 15 cierres desde 1980. El último lo desencadenó la oposición demócrata por la propuesta de Trump de financiación del muro de separación entre EE. UU. y México, un cierre del Gobierno de 35 días, de 2018 a 2019, que acabó siendo el mayor en la historia de Estados Unidos, forzando a 800.000 empleados federales a trabajar sin cobrar o abandonar sus puestos de trabajo sin compensación. “Nos encaminamos a toda velocidad hacia uno de los cierres del Gobierno más largos de la historia de EE. UU.”, alertó Johnson, líder de los congresistas republicanos, mientras el bloqueo actual da pocas señales de solucionarse. Fin