RÍO DE JANEIRO, 14 oct (Xinhua) — Los subsidios globales a la generación de energía limpia deben superar a los destinados a los combustibles fósiles, como parte de una transición justa hacia sistemas energéticos sostenibles, afirmó hoy la ministra brasileña de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva. Durante su participación en la segunda jornada y última de la reunión preparatoria de la COP30 (PreCOP30), celebrada en Brasilia, la ministra destacó la necesidad de reforzar las denominadas “adicionalidades”, es decir, compromisos complementarios a las metas climáticas formales que impulsen la reducción del uso de petróleo, carbón y gas. “El mundo adoptó, por primera vez, una decisión que trata explícitamente de la transición para el abandono de los combustibles fósiles de forma justa, ordenada y equitativa, con el objetivo de acelerar acciones hasta 2050”, dijo Silva, al recordar el avance alcanzado durante la COP28 en Dubái, donde se incluyó por primera vez el tema en el artículo 28 del Balance Global (GST, por sus siglas en inglés). La ministra señaló que, al igual que en la COP28, el tema de los combustibles fósiles no figura entre los 140 puntos oficiales de negociación de la 30ª Conferencia de las Partes (COP30) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará en noviembre en la ciudad amazónica de Belém. Sin embargo, insistió en que la discusión debe formar parte de las decisiones complementarias del encuentro. “Hasta la COP28, las decisiones anteriores evitaban mencionar directa y claramente esa necesidad. No podemos dejar que el asunto se estanque”, afirmó Marina Silva. Según la ministra, los nuevos compromisos globales deben considerar las diferentes capacidades y tiempos de transición de cada país. “Necesitamos esfuerzos que reconozcan las diversas realidades de personas y naciones”, agregó. Marina Silva defendió como punto de partida una reasignación de los subsidios actualmente destinados al sector fósil hacia las energías renovables. “Hoy, esos subsidios varían de 1,5 billones a 7 billones de dólares, dependiendo de la metodología. En contraste, los subsidios y las inversiones en energías renovables son mucho menores: unos 170.000 millones de dólares en los países del G29 (Grupo de los 20), o 500.000 millones si se incluye el capital privado”, detalló. Como ejemplo, citó la política brasileña de eliminar completamente la deforestación ilegal hasta 2030, considerada por el Gobierno de Brasil como una de las principales contribuciones del país al cumplimiento de las metas climáticas globales. “¿No sería esta una experiencia a considerar para la implementación del Balance Global? Cada país podría, de acuerdo con criterios globalmente consensuados y sus propias circunstancias, planificar su camino para alejarse de los combustibles fósiles y del desmonte de bosques”, propuso Marina Silva. La ministra subrayó que este será uno de los desafíos que la comunidad internacional deberá enfrentar en la COP30 que se realizará bajo la presidencia brasileña del evento. La PreCOP30, que concluye este martes, reunió en Brasilia a delegaciones de 67 países con el objetivo de avanzar en consensos sobre los temas centrales de la próxima conferencia climática de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Fin