RÍO DE JANEIRO, 9 sep (Xinhua) — El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy martes que los países amazónicos son plenamente capaces de enfrentar el crimen organizado sin intervenciones extranjeras, al inaugurar en el estado de Manaos (norte) el Centro de Cooperación Policial Internacional de la Amazonia (CCPI Amazônia). “No necesitamos intervenciones extranjeras ni amenazas a nuestra soberanía. Somos capaces de ser protagonistas de nuestras propias soluciones. Las palabras clave son acción integrada y cooperación”, afirmó el mandatario. El CCPI Amazônia, en funcionamiento desde junio pasado, reúne fuerzas de seguridad de Brasil y de países vecinos para combatir delitos transnacionales como tráfico de drogas, armas, personas y crímenes ambientales. El mandatario criticó las acciones de Estados Unidos en la región, al recordar el envío de navíos de guerra a la costa de Venezuela bajo el argumento de enfrentar carteles de drogas. De acuerdo con el presidente brasileño, ese tipo de medidas funciona como pretexto para intervenir en países amazónicos. “Nuestra misión es restituir la fuerza de la ley con la presencia del Estado, no con injerencias externas”, destacó. Durante la ceremonia, Lula da Silva estuvo acompañado por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien también alertó sobre los riesgos de una escalada militar en Venezuela. “La Amazonía es el centro vital de la vida en el planeta”, señaló el mandatario colombiano al recordar que su preservación exige la unidad regional. El CCPI Amazônia contará con la cooperación de Interpol, Europol y Ameripol, y funcionará como núcleo de inteligencia y operaciones conjuntas entre los nueve países amazónicos y los estados brasileños que integran la Amazonia Legal. En este sentido, el secretario general de la Interpol, Valdecy Urquiza, calificó la iniciativa como “un hecho histórico” y una señal de compromiso internacional para proteger la selva y a sus comunidades. La estructura recibió una inversión de 36,7 millones de reales (unos 6,7 millones de dólares) provenientes del Fondo Amazônia, instrumento financiado por países desarrollados. Lula da Silva defendió que esas aportaciones no deben ser vistas como “una acción de condolencia”, sino como compensación histórica por la devastación de bosques en naciones industrializadas. “Si ellos ya destruyeron sus bosques, deben ayudar a preservar la Amazonia, donde viven más de 30 millones de personas”. Fin

Por Vimag