RÍO DE JANEIRO, 21 ago (Xinhua) — El Gobierno de Brasil reafirmó hoy jueves su capacidad para enfrentar los posibles efectos en el mercado laboral de los aranceles adicionales del 50 por ciento impuestos por Estados Unidos a productos brasileños, gracias a un escenario interno favorable y a medidas de apoyo anunciadas recientemente. El ministro de Trabajo y Empleo, Luiz Marinho, destacó en el programa “Bom Dia, Ministro” que la economía brasileña se encuentra en una posición sólida, con la tasa de desempleo más baja de la historia. Además, subrayó que el Gobierno ya ha puesto en marcha el Plan Brasil Soberano, un paquete de medidas que moviliza unos 30.000 millones de reales (unos 5.450 millones de dólares) para mitigar el impacto de lo que ha sido denominado como el “tarifazo” de Estados Unidos. “El mercado de trabajo brasileño está adecuado y nosotros vamos a dar cuenta de este recado. Con las medidas ya adoptadas, no habrá mayores problemas”, aseguró Marinho, quien agregó que el Gobierno brindará apoyo a las empresas mediante líneas de crédito, prórrogas tributarias, ampliación de incentivos a la exportación y programas de compras públicas de alimentos. El ministro subrayó que los productos brasileños que enfrenten dificultades en el mercado estadounidense podrán ser absorbidos por la demanda interna a través de hospitales, escuelas y otras instituciones públicas. “Evidentemente, no es el mismo precio del mercado internacional, pero las empresas deben adecuarse para mantener” la actividad y el empleo, apuntó. De acuerdo con datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la tasa de desempleo en Brasil alcanzó el 5,8 por ciento entre abril y junio, el nivel más bajo desde 2012. En los últimos dos años y medio, el país ha generado 4,4 millones de empleos formales, mientras que la informalidad ha disminuido considerablemente, alcanzando niveles históricamente bajos. Marinho también destacó el impacto de las políticas de valorización del salario mínimo y la exención del impuesto sobre la renta para quienes ganan hasta dos salarios mínimos, lo que contribuye al fortalecimiento del consumo interno. Según un estudio del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), en el peor escenario, los aranceles de Estados Unidos podrían resultar en la pérdida de hasta 320.000 empleos en Brasil. Sin embargo, el ministro subrayó que este impacto sería limitado en comparación con un mercado laboral de 48 millones de puestos de trabajo, y que las vacantes perdidas podrían ser absorbidas por otros sectores en expansión. “Tenemos un mercado con vacantes abiertas que no se cubren por falta de mano de obra calificada. Ese es un desafío que estamos trabajando con empresarios, instituciones de enseñanza y universidades”, afirmó. Marinho también recordó que la dependencia comercial de Brasil respecto a Estados Unidos ha disminuido en la última década. “Hace poco representaba el 25 por ciento de nuestro comercio exterior, hoy es el 12 por ciento, y seguirá cayendo”, afirmó. En los últimos dos años y medio, Brasil ha abierto 400 nuevos mercados para sus productos, lo que refuerza la capacidad del país de diversificar sus exportaciones y mantener el crecimiento económico a pesar de las barreras estadounidenses. Fin