Por Sylvia B. Zárate BOGOTÁ, 30 jul (Xinhua) — La cooperación entre China y América Latina ha entrado en una nueva etapa de profundización y diversificación en 2025, con la reciente adhesión de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, lo que representa una oportunidad estratégica para el país y refleja el renovado compromiso de China con el desarrollo del Sur Global, afirmó el catedrático Hernando Cepeda. En entrevista con Xinhua, el profesor asociado del Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia destacó, entre varios hitos recientes, el impacto de la IV Reunión Ministerial del Foro China-CELAC, en el cual China anunció una significativa inversión destinada a fortalecer la infraestructura, la innovación, el desarrollo tecnológico y el acercamiento cultural en Latinoamérica y el Caribe. “Este gesto no solo reafirma el compromiso chino con la región, sino que también marca un nuevo momento de cooperación Sur-Sur que reconfigura el posicionamiento de América Latina en el escenario global”, consideró Cepeda. Sobre la adhesión de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el académico colombiano la calificó como “una oportunidad estratégica de gran envergadura”, que podría traducirse en avances sustanciales en diversas áreas del desarrollo nacional, siempre y cuando el país cuente con un equipo técnico capacitado en relaciones con China que oriente los procesos hacia acuerdos justos y sostenibles. “Colombia comparte con China el océano Pacífico, históricamente subutilizado, que podría convertirse en un eje de dinamismo comercial y logístico. En segundo lugar, la experiencia de otros países latinoamericanos ha demostrado que la cooperación con China puede traducirse en crecimiento económico sostenido”, dijo. Cepeda también destacó que, si bien la relación entre Colombia y China lleva años fortaleciéndose, ha sido durante el Gobierno de Gustavo Petro cuando se ha consolidado una mayor sintonía en las agendas bilaterales. “Entre los avances más destacados están los proyectos de infraestructura, como el Metro de Bogotá, el fortalecimiento del comercio bilateral y la suscripción de múltiples convenios de cooperación entre instituciones públicas y privadas en ámbitos como la educación, la tecnología y la cultura. Todo esto ha contribuido a un relacionamiento más robusto y estratégico con miras al futuro”, afirmó. Asimismo, el profesor señaló que la actual política exterior de Estados Unidos, marcada por un aumento de aranceles y medidas migratoria más restrictiva, ha llevado a varios países de la región, incluida Colombia, tradicionalmente uno de sus aliados más cercanos, a explorar nuevas opciones para diversificar sus relaciones internacionales. “En este escenario, China aparece como una alternativa viable y atractiva para muchos países latinoamericanos. La consolidación de China como socio comercial permite reducir la dependencia de Estados Unidos y abre nuevas oportunidades en términos de inversión, tecnología y cooperación internacional. Al mismo tiempo, para China representa una oportunidad estratégica para ampliar su influencia política y económica en el hemisferio occidental”, explicó. Cepeda remarcó que el impulso de China a la cooperación Sur-Sur responde a su propósito de promover un orden mundial más multipolar, a través de la creación de redes comerciales, políticas y culturales con los países del Sur Global. Sin embargo, advirtió que aún persisten desafíos para consolidar un vínculo profundo y duradero con América Latina, entre ellos, la necesidad de transformar el imaginario cultural predominante mediante el fortalecimiento del “poder blando”. Para ello, el catedrático propuso fomentar el aprendizaje del idioma chino, promover intercambios académicos y culturales, y consolidar redes de cooperación internacional. Fin