Por Noelia Aráuz MASAYA, Nicaragua, 28 jul (Xinhua) — Observar de cerca la incandescencia de la lava, escuchar el rugido del volcán y sentir el calor que emana de la tierra es posible nuevamente en el Parque Nacional Volcán Masaya, ubicado a 22 kilómetros de Managua, la capital de Nicaragua. El Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena) reabrió recientemente el mirador de la Plaza Oviedo, uno de los puntos más impresionantes del complejo volcánico, permitiendo a turistas nacionales y extranjeros vivir esta experiencia única con todas las medidas de seguridad. A escasos metros del cráter Santiago, los visitantes pueden ser testigos de la fuerza viva del volcán: emisiones constantes de gases, lava en agitación y un entorno que revela el poder natural de Nicaragua. El acceso al mirador se realiza bajo estrictas normas de precaución, debido a la actividad continua del cráter. El Parque Nacional cuenta con tres senderos habilitados (Las Pencas, El Comalito y El Coyote), además de un museo y otros miradores que ofrecen vistas panorámicas de las ciudades de Masaya y Managua. El área protegida abarca más de 5.000 hectáreas, donde coexisten diversos ecosistemas como el bosque tropical seco y el entorno acuático de la Laguna de Masaya. Según datos del Marena, en el parque se han registrado a la fecha 159 especies de aves (entre ellas 24 migratorias), 54 especies de mamíferos, 32 de reptiles, ocho de anfibios, 13 de peces y 225 especies vegetales. Para muchos nicaragüenses, el Parque Masaya es un destino habitual, pero que no deja de sorprender. Álvaro Fonseca, quien lo visitó recientemente con su familia, no oculta su entusiasmo. “Es una cosa espectacular, uno nunca deja de admirarse cada vez que viene, y yo invito a los managuas a que vengan a darse su resbalón por acá; siempre vale la pena ver esta maravilla de la naturaleza”, expresó Fonseca. Raúl Zeledón, otro visitante frecuente desde su infancia, ahora regresó acompañado de sus hijos y sobrinos. “Ha ido mejorando, por eso digo que siempre es bueno venir y aprovechar las nuevas atracciones y uno nunca se aburre”, indicó Zeledón. El complejo volcánico está formado por la caldera de los volcanes Masaya y Nindirí, con tres grandes cráteres. El Santiago, el más activo, se mantiene en constante emisión de gases y ofrece un espectáculo natural inigualable, especialmente durante la noche, cuando la incandescencia es visible. Además, en el parque hay un área donde se pueden observar las fumarolas volcánicas, sentir el aire caliente que sale de las entrañas de la tierra, ver el vapor blanco y el olor a azufre. “Un buen proyecto, bonito, maravilloso, que haya la oportunidad aquí en Nicaragua, tan linda que es Nicaragua, y me encantó”, comentó por su parte Sonia García, otra de las visitantes al lugar. Carlos Balladares, responsable del Parque Nacional, señaló que “las familias han estado disfrutando del paisaje, de la naturaleza, de la ecología, de toda esa diversidad de elementos que tiene esta área de conservación ambiental y del mirador Plaza de Oviedo para poder observar la incandescencia”. “Actualmente, estamos observando incandescencia, que es el proceso de gasificación con temperaturas arriba de 400, 500 grados, y se puede ver eso rojo en la parte interna”, agregó. Desde su reapertura a mediados de julio, el mirador de la Plaza Oviedo ha recibido a más de 8.500 visitantes, tanto locales como extranjeros. El horario de atención del Parque Nacional es de lunes a domingo, de 8:30 a 20:00 hora local, bajo la administración de Marena. Fin