BEIJING, 3 jul (Xinhua) — Mientras el Partido Comunista de China (PCCh) celebra esta semana el 104º aniversario de su fundación, sus planes quinquenales insignia continúan sirviendo como hoja de ruta para el impulso de modernización del país. Este año, China se dispone a completar su XIV Plan Quinquenal (2021-2025) y está formulando el plan para el próximo, lo que marca un momento crucial en la estrategia a largo plazo del país para la revitalización nacional. Desde la transformación de una sociedad agraria en la segunda economía más grande del mundo hasta el trazado de un camino para convertirse en un gran país socialista moderno en todos los aspectos para mediados de este siglo, estos planes reflejan el compromiso permanente del PCCh con la visión estratégica a largo plazo y la prosperidad colectiva. A través de esta hoja de ruta cíclica pero en constante evolución, China establece objetivos estratégicos, define prioridades gubernamentales, regula las operaciones comerciales y moviliza recursos nacionales, todo ello en búsqueda de su objetivo general de construir una nación socialista moderna. El primer plan del país, determinado en 1953, marcó el impulso inicial hacia la industrialización con el establecimiento de las primeras grandes plantas siderúrgicas y automotrices del país. Avanzando rápidamente hasta el decimotercer plan (2016-2020), se completó la red ferroviaria de alta velocidad más grande del mundo. “Los planes quinquenales son para el desarrollo de China lo que los planos de construcción son para la construcción de una casa”, afirmó Ran Hao, profesor de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh. “Indican al gobierno y a la sociedad en qué ‘piso’ centrarse y qué ‘camino’ construir durante los próximos cinco años, lo que ayuda a evitar un enfoque fragmentado”, explicó Ran. UN MARCO, EN LUGAR DE UN DOGMA Aunque los planes quinquenales de China incluyen objetivos cuantitativos, como el objetivo de crecimiento del PIB, introducido por primera vez en el séptimo plan quinquenal, esto no significa que el PCCh esté gestionando una economía planificada y centralizada. “No se trata de que el gobierno lo dicte todo; más bien, los planes establecen la dirección y las prioridades”, destacó Ran. Desde 2006, los objetivos se han dividido en dos tipos: los objetivos vinculantes, que reflejan los compromisos gubernamentales, como la reducción del consumo de energía por unidad del PIB, y los objetivos anticipatorios, que representan los resultados deseados, como el crecimiento del PIB, que se perseguirán principalmente a través de los mecanismos de mercado. Rompiendo con la tradición, el XIV Plan Quinquenal no estableció un objetivo cuantitativo para el crecimiento del PIB; en cambio, describió el crecimiento esperado en términos más amplios, en parte para priorizar la calidad sobre la velocidad. “Los planes quinquenales se adaptan a la mentalidad china y a la idea china de pensar a largo plazo”, indicó Martin Jacques, académico británico. Durante milenios, los clásicos confucianos han enseñado que quienes planifican con antelación tienen más probabilidades de éxito. Los planes quinquenales de China establecen objetivos claros, pero otorgan a las regiones el margen de maniobra necesario para adaptar sus propios caminos. Los planes nacionales son marcos generales que guían a los gobiernos locales en la creación de sus propios planes de acción, explicó Yin Jun, investigador de la Universidad de Peking. Actualmente, el PCCh está elaborando propuestas para el XV Plan Quinquenal del país (2026-2030). Los observadores señalaron que el próximo plan hará hincapié en un enfoque prospectivo ante los desafíos globales, impulsará nuevas fuerzas productivas de calidad y fortalecerá la red de seguridad social para mejorar el bienestar público. PLANIFICACIÓN CON ESFUERZOS COLECTIVOS Dado su amplio impacto, los planes quinquenales de China se desarrollan a lo largo de varios años y se basan en investigaciones, revisiones de expertos, coordinación interinstitucional y consultas públicas. Por ejemplo, el trabajo sobre el XIV Plan Quinquenal actual comenzó en 2018. Durante la elaboración del plan quinquenal, el PCCh valora enormemente las aportaciones públicas, que reflejan las necesidades de la sociedad y contribuyen a fomentar el consenso. En 2020, por primera vez, se recopilaron recomendaciones públicas en línea, con sugerencias como la asistencia mutua para personas mayores, incluidas en el plan final. Durante tres meses de ese año, se celebraron siete simposios en los que el liderazgo del Partido se reunió con empresarios, expertos, funcionarios locales y representantes de las bases para escuchar sus sugerencias. La combinación de la planificación de alto nivel con la participación pública continuó este año. En mayo, los principales medios de comunicación solicitaron la opinión pública, y los internautas propusieron mejoras de la infraestructura de entrega exprés rural y la instalación de ascensores en comunidades de ancianos, entre otras ideas. Un viejo dicho de “El arte de la guerra” de Sun Tzu ofrece una idea del éxito de los planes quinquenales de China: El triunfo llega cuando los líderes y el pueblo comparten el mismo objetivo. IMPACTO MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS Los planes quinquenales de China no solo guían el desarrollo nacional, sino que también ofrecen oportunidades para la inversión global. Madiyar Tukpatov, presidente de una empresa de transporte público de Astaná, capital de Kazajistán, visitó China a principios de este año para investigar los autobuses eléctricos. Su empresa comenzó a utilizar los autobuses eléctricos chinos en 2020 y planea integrar aún más la tecnología de los vehículos eléctricos chinos en el sistema de transporte de Astaná. Los vehículos de nuevas energías (NEV, siglas en inglés) se han desarrollado como una industria estratégica a lo largo de varios planes quinquenales. Su producción y ventas superaron los 12,8 millones de unidades en 2024, manteniendo a China como líder mundial en este sector durante 10 años consecutivos. Los NEV chinos se encuentran en más de 70 países y regiones. Benjamin Mgana, editor jefe de noticias internacionales del periódico The Guardian en Tanzania, elogió el enfoque de planificación de China, afirmando que demuestra que los países en desarrollo pueden crear estrategias viables basadas en sus propias realidades, en lugar de copiar los modelos occidentales. Inspirados por el éxito de China, un número creciente de países han adoptado sus propias estrategias a mediano y largo plazo. Polonia, Etiopía y Tanzania han solicitado el apoyo de las instituciones chinas para su proceso de planificación. Fin

Por Vimag