LA HABANA, 16 jun (Xinhua) — La industria tabacalera de Cuba se propone producir este año unos 80 millones de habanos, aseguró el presidente del estatal grupo empresarial Tabacuba, Marino Murillo, citado por medios cubanos. “Los datos reflejan la gradual reactivación del sector, tras los severos daños causados por el huracán Ian (a fines de 2022)”, afirmó Murillo, tras recorrer las áreas de siembra de la provincia de Pinar del Río (oeste), principal productor de las hojas con las que se manufactura los afamados puros. A finales de septiembre de 2022, ese meteoro, que alcanzó la máxima categoría de 5, azotó con dureza el territorio de Pinar del Río, donde dejó cuantiosos daños en la infraestructura agrícola del tabaco, con la destrucción de más de 10.000 casas de curación de la hoja. La cosecha de este año debe ser la más grande después del paso de Ian, aunque aún quedan por levantar unas 3.000 casas de curación. En general, la industria tabacalera muestra signos de recuperación en la presente campaña 2024-2025 con 15.000 hectáreas sembradas en todo el país, entre ellas 10.378 que corresponden a Pinar del Río, provincia que aporta el 65 por ciento de la producción nacional y el volumen de tierras sembradas debe aportar unas 17.000 toneladas de hojas. De acuerdo con Tabacuba, el tabaco que se plantó tuvo un buen desarrollo vegetativo y los productores logran porcentajes superiores al año anterior. Los cosecheros de Pinar del Río prestan ahora especial atención a los indicadores de rendimiento, al saber que aunque la capa exterior de los habanos puede obtenerse de otras regiones, la parte interior debe elaborarse exclusivamente con hojas cosechadas en las prestigiosas vegas pinareñas de primera calidad. “No hemos dejado de exportar tabaco por falta de materia prima, aunque sí hay que tener respaldo, un año de cobertura. Por eso las campañas tienen que ser más grandes después del ciclón”, explicó el directivo de Tabacuba. Murillo, no obstante, consideró que el objetivo ideal sería mantener reservas de al menos un año y medio de materia prima, así como habanos terminados como protección ante eventuales desastres naturales. En medio de la crisis energética que vive el país caribeño con constantes apagones que afectan la vida diaria y la economía, Tabacuba ha apostado por el uso de fuentes renovables para transitar de manera paulatina hacia el riego por energía fotovoltaica. De igual manera, se comienzan a emplear paneles fotovoltaicos en las llamadas escogidas, los lugares donde mujeres, de manera mayoritaria, se dedican a seleccionar las hojas de acuerdo a la calidad y el tamaño. Pinar del Río deberá incrementar en el año próximo las áreas de cultivo hasta 20.000 hectáreas, meta que requiere completar urgentemente la construcción de las 3.000 casas de curación pendientes. La industria tabacalera se sustenta sobre en un proceso manual que va desde la siembra hasta la elaboración de los puros, en especial de los llamados Premium, que son los habanos confeccionados a mano y muy demandados a pesar de sus altos precios. La actividad tabacalera aporta a la economía cubana más de 350 millones de dólares cada año y constituye el principal rubro exportable de la agricultura nacional. Fin