MONTEVIDEO, 8 jun (Xinhua) — El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, cumple este fin de semana 100 días en el cargo, período en el que ha buscado sentar las bases de lo que llama “revolución de las cosas simples” para el cuarto gobierno del izquierdista Frente Amplio (FA) entre 2025 y 2030. Orsi, un docente de historia de 57 años de edad que gobernó durante una década el departamento de Canelones (sur), plantea cinco ejes que llama “prioritarios”: crecimiento económico, seguridad, cohesión social, vivienda e infraestructura. En su discurso de investidura, el 1 de marzo de este año, el mandatario uruguayo resaltó que el FA, que tuvo tres mandatos consecutivos entre 2005 y 2020, regresaba “sin ánimo refundacional”, al abogar por una “libertad individual” en línea con “igualdad de oportunidades”. En tres meses y pocos días de gestión, el Gobierno optó por no tener un “buque insignia”, ni presentar leyes fundamentales, a la vez que ha evitado los grandes anuncios con énfasis en el objetivo de armado de equipos. “Lo central para mí es tener la gente ahí cerca que me pueda decir ‘esto camina, esto no camina’ y si no, cuál es la salida”, dijo Orsi en entrevista que publica este domingo el diario uruguayo “El Observador”. “Si alguien pensaba que iba a entrar con tres o cuatro leyes e iba a ser la ‘vedette del carnaval’, que sigan esperando, no me interesa”, sostuvo Orsi. La apuesta del mandatario por el diálogo, una cualidad que en su carrera política hasta sus rivales le reconocen, se alinea con la necesidad del FA de negociar en el Parlamento para alcanzar en la Cámara de Representantes (Diputados) la mayoría que ya tiene en el Senado. Gobierno y oposición, liderada por el Partido Nacional (PN) del expresidente Luis Lacalle Pou (2020-2025), alcanzaron un acuerdo para que sectores opositores se integren a los directorios de las empresas públicas y a los organismos de contralor. Ahora se abre la discusión parlamentaria para definir el presupuesto que regirá los gastos del Estado en el próximo quinquenio. El ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, manifestó la “compleja” situación fiscal de Uruguay, aunque “manejable”, en alusión a que el déficit fiscal con el agregado de gastos que se han retrasado sería del 4,6, por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el más elevado en 35 años. Aclaró que no se le “ocurriría” crear impuestos porque Uruguay “no soporta nuevos tributos”, en respuesta a un planteamiento del Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT), en el sentido de sustituir el aporte patronal a la seguridad social por un impuesto a las ganancias de las empresas y financiar el sistema jubilatorio. El mandatario convocó a una comisión de diálogo social que incluye la participación de sindicatos, empresarios y jubilados para revisar la reforma de Lacalle Pou sobre Seguridad Social que elevó la edad de retiro de 60 a 65 años. A nivel de seguridad pública, la principal preocupación para los uruguayos por la violencia vinculada al narcotráfico, aún no se implementan grandes cambios respecto a la anterior administración. En política exterior, Orsi marcó un énfasis con su participación en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) realizada en abril pasado en Honduras. Un revés para el mandatario fue la renuncia de la ministra de Vivienda, Cecilia Cairo, luego de reconocer irregularidades en el registro de su propia casa, caso al que se sumó la remoción de otros dos representantes, producto de irregularidades e incompatibilidades. Entre las primeras medidas figura también la suspensión por 90 días de la ejecución del proyecto de construcción de la planta potabilizadora Neptuno, que se firmó semanas antes de que finalizara el mandato de Lacalle Pou y renegociar el contrato por 294 millones de dólares al que el FA se oponía desde su origen. En las elecciones departamentales llevadas a cabo el 11 de mayo pasado, el FA tuvo un buen resultado, al pasar de tres a cuatro intendencias en los 19 departamentos en que se divide el país, incluidos los gobiernos de Montevideo (capital) y Canelones, el segundo más poblado. Días después, el 13 de mayo, falleció el expresidente José “Pepe” Mujica, a los 89 años, padrino político de Orsi, que lo calificó de “referente”. A fines de mayo pasado, el 31,8 por ciento de la población uruguaya aprobaba la gestión de Orsi como presidente, el 36,7 mantenía una postura neutral y el 22,8 por ciento la desaprobaba, según la firma de consultoría Nómade. “No me quiero salir de lo primero y lo principal, que no es cómo van a evaluar si me paro así o digo tal o cual cosa, sino si estamos generando un impacto en la sociedad que cambie la realidad”, afirmó el gobernante al diario “El Observador”. Fin

Por Vimag