Por Carina López MÉXICO, 16 may (Xinhua) — La inminente desaparición de los últimos glaciares en México tendrá efectos severos en el clima, la sustentabilidad ambiental y la calidad de vida en la población, alertó el investigador mexicano Hugo Delgado Granados. En entrevista con Xinhua, el también representante de México ante el Servicio Mundial de Monitoreo de Glaciares señaló que la disminución de esas masas de hielo vuelve inciertos los flujos de agua en la nación, por lo que no descartó una reducción en el caudal de los ríos y posibles sequías. “Lo que va a suceder es que va a haber un cambio en el clima, en el microclima de la alta montaña, y eso puede generar una inhibición de la precipitación, ya sea sólida o líquida, en la parte alta de las montañas, debido a este fenómeno”, sostuvo Delgado Granados. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de 2.000 millones de personas alrededor del mundo dependen del deshielo de glaciares y nieve como fuente crucial de agua dulce; sin embargo, se prevé que un tercio de los glaciares actuales desaparecerán en 2050. “Al desaparecer, por muy pequeñas que sean estas masas de hielo, al final de cuentas, hay una consecuencia para la sustentabilidad y la vida humana”, reiteró. El especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aseveró que la situación en México es crítica debido a que los glaciares del volcán Popocatépetl ya se extinguieron, mientras que los que se encuentran en las montañas Pico de Orizaba e Iztaccíhuatl desaparecerán para 2030. “Los glaciares son una especie de instrumento natural que permite reconocer las tendencias del clima a nivel global, es decir, los glaciares en todo el mundo van a reaccionar a las tendencias de la temperatura promedio anual global”, indicó. Para el especialista, lo que se observa es que hay un incremento en la tasa de retroceso, es decir, los glaciares venían retrocediendo a un ritmo dado y a partir del siglo pasado comenzaron a retroceder más rápido y de manera “muy alarmante”. “Hay un proceso adicional al natural de retroceso glacial y que, eventualmente, lo que va a provocar es una desaparición más rápida de esas masas de hielo y el clima mundial va a tener un aumento de temperatura”, reiteró. En tanto, un deshielo acelerado se traduce en un aumento a corto plazo de los desprendimientos de tierra, avalanchas, inundaciones y sequías, pero, a largo plazo, se podrían registrar afectaciones para los ecosistemas acuáticos y diversos sectores como la agricultura y la energía hidroeléctrica. Ante este panorama, el investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM recomendó a los gobiernos que todavía conservan glaciares, como es el caso de Chile y Argentina, crear leyes que permitan proteger estas masas de hielo. En adición, consideró fundamental la divulgación de este tipo de procesos entre los niños y jóvenes, pues serán ellos los que se enfrenten a un mundo cambiante en temas de clima y cada vez más cálido. Fin