BEIJING, 16 may (Xinhua) — “Mi mamá, aunque ya tiene 52 años, nunca ha viajado al extranjero, y probablemente China será su primer destino internacional”, manifestó el investigador brasileño Filipe Porto al enterarse de las últimas políticas de exención de visado publicadas por China, que incorporan a cinco países latinoamericanos, incluido Brasil. China aplicará una política de exención de visado a los ciudadanos de Brasil, Argentina, Chile, Perú y Uruguay, a modo de prueba, desde el 1 de junio de 2025 hasta el 31 de mayo de 2026, anunció el jueves el Ministerio de Relaciones Exteriores. “Siempre he sido la persona que habla sobre China y publica todo en redes sociales. Mis amigos siempre me dicen que solo vendrían a China si fuera conmigo, pero les da pereza sacar la visa, ya que el pasaporte brasileño es muy poderoso y permite viajar a muchos países sin necesidad de visado. Ahora, con esta exención, seguro van a comprar muy rápido un pasaje para venir a visitarme”, explica animado Porto, quien lleva año y medio radicado en China para realizar estudios de relaciones internacionales con un enfoque en la investigación sobre la relación China-Brasil, tema al que ha dedicado más de una década. De hecho, el billete para viajar a China desde el otro lado del Pacífico se ha vuelto cada vez más fácil de conseguir, gracias al pujante desarrollo de la conectividad aérea que une al país asiático con Latinoamérica. En 2024 se inauguró el nuevo vuelo directo entre Ciudad de México, la capital mexicana, y la ciudad meridional china de Shenzhen. Esta ruta recorre más de 14.000 kilómetros sin escalas y es la vía aérea internacional directa de pasajeros más larga que sale desde China. Además, se reanudaron rutas como Beijing-Madrid-São Paulo, Beijing-Madrid-La Habana y Beijing-Tijuana-Ciudad de México, que han creado un “nuevo puente” para los intercambios entre China y América Latina y el Caribe, facilitando el flujo de personas entre las dos partes. Al referirse al futuro desarrollo de las relaciones con China, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo durante su reciente visita a China que ambos países deben expandir el intercambio en las áreas de juventud y cultura, y fortalecer el intercambio y la amistad entre los dos pueblos. De acuerdo con Porto, facilitar la entrada de personas de ambos lados forma parte de este esfuerzo que propone el mandatario. La exención de visado para los brasileños que visiten China representa un gesto concreto en esa dirección, al promover una mayor circulación de ideas, cultura y cooperación en diversas áreas. Al reducir las barreras a la movilidad, China demuestra su voluntad de profundizar las relaciones con Brasil y América Latina de manera más amplia y duradera. La promoción de la amistad entre los pueblos constituye una de las prioridades recogidas en el Plan de Acción Conjunto China-CELAC para la Cooperación en Áreas Clave (2025-2027), adoptado en la cuarta reunión ministerial del Foro China-CELAC, que se celebró el 13 de mayo en Beijing, la capital china. El documento aboga también por intensificar los intercambios no oficiales e identificar juntos oportunidades de cooperación turística y desarrollo de productos turísticos entre China y los países latinoamericanos. Estadísticas de la Administración Nacional de Inmigración de China indican que se registraron casi 64,88 millones de visitas de extranjeros a lo largo de 2024, lo que representa un aumento interanual del 82,9 por ciento. De estos, unos 20,12 millones llegaron al país bajo la política de libre visado, lo que supone un importante crecimiento interanual del 112,3 por ciento. Esta fiebre por viajar a China, impulsada por la cada vez más generosa política de viajes sin visado, ha llevado a los turistas internacionales a acudir en masa al país para experimentar su mezcla de tradiciones centenarias y tecnología de vanguardia. Un entorno de pago mejorado, señalización bilingüe y otras estrategias de soporte han hecho que para los turistas extranjeros viajar por China sea ahora más fácil, comenta Xu Hong, decana de la Facultad de Turismo y Gestión de Servicios de la Universidad de Nankai. “Además, todos tienen curiosidad por conocer las conveniencias tecnológicas de China, como los pagos digitales, los robots y la forma en que la tecnología está presente en la vida cotidiana. Quiero mostrarles mi vida diaria en Beijing, cómo es de fácil, cómodo y barato viajar en tren por el país, y cómo la infraestructura moderna facilita todo, desde pedir comida hasta moverse por la ciudad”, dice Porto. “China es realmente un país sorprendente que vale la pena experimentar de cerca”, afirma. Fin