BEIJING, 21 abr (Xinhua) — En abril de 1955, delegados de 29 naciones asiáticas y africanas se reunieron en Bandung, Indonesia, para la histórica Conferencia Asiático-Africana, también conocida como la Conferencia de Bandung. La reunión marcó el despertar de la parte del mundo conocida posteriormente como el Sur Global. Setenta años después, el Sur Global, siguiendo el espíritu de Bandung de “solidaridad, amistad y cooperación”, ha forjado un camino independiente de progreso colectivo, desde deshacerse del dominio colonial hasta perseguir el desarrollo compartido y remodelar el orden internacional. DEL SAQUEO COLONIAL AL DESPERTAR SOBERANO En noviembre de 2021, el Museo Quai Branly de Francia preparó 26 objetos para su repatriación al país de Benín, en África Occidental, un momento conmovedor captado en Dahomey, el documental ganador del Oso de Oro en el 74º Festival de Cine de Berlín. Estos objetos fueron saqueados en la década de 1890 del Palacio Behanzin de Dahomey, predecesor de Benín, por los franceses que posteriormente colonizaron el reino. A partir del siglo XV, las potencias occidentales expandieron su dominio colonial por Asia, África y América Latina. A principios del siglo XX, el sistema colonial imperialista dominaba casi todos los territorios asiáticos y africanos, despojando de soberanía al Sur Global al tiempo que saqueaba los recursos, fragmentaba las culturas y desmantelaba las sociedades. La Conferencia Asiático-Africana de 1955, que excluyó a las potencias coloniales occidentales, unió a las naciones asiáticas y africanas recién independizadas en su lucha antiimperialista. La conferencia estableció principios como el respeto a la soberanía y la integridad territorial de los Estados y la no interferencia en los asuntos internos de otros Estados. Este espíritu inspiró movimientos independentistas en todo el mundo. En 1960, 17 naciones africanas se deshicieron del dominio colonial, marcando el “Año de África”. Las Naciones Unidas también aprobaron la Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales. China ha apoyado coherentemente al Sur Global. En la década de 1970, China movilizó a 50.000 trabajadores para construir los 1.860 kilómetros del ferrocarril Tanzania-Zambia. China fue de los primeros en reconocer y apoyar al Gobierno provisional de Argelia. La lucha del príncipe Norodom Sihanouk por la independencia de Camboya también recibió un fuerte respaldo de China. Esta solidaridad impulsó a las naciones del Sur Global a ayudar a China a recuperar su legítimo escaño en las Naciones Unidas en 1971. Como recordó el exdiplomático argelino Noureddine Djoudi, aquello fue una victoria de la justicia. DE PERIFERIA GLOBAL A MOTOR DE CRECIMIENTO En la década de 1980, la Comisión Independiente sobre Problemas Internacionales del Desarrollo, presidida por el excanciller de Alemania Occidental Willy Brandt, publicó el informe Norte-Sur: Un programa para la supervivencia. Utilizando el producto interno bruto (PIB) per cápita como medida clave, el informe divide el mundo en dos mitades en un mapa: el Norte rico por encima de la línea y el Sur pobre por debajo. La “Línea Brandt” expuso la marginación económica del Sur Global y las disparidades mundiales de desarrollo. Durante generaciones, las naciones en desarrollo fueron confinadas a proporcionar mano de obra barata y materias primas, mientras que las potencias occidentales controlaban la distribución de los recursos y la toma de decisiones. La Conferencia de Bandung abrió una nueva era de cooperación económica Sur-Sur. Su resolución sobre cooperación económica pidió la colaboración económica entre las naciones asiáticas y africanas y un sistema económico mundial más justo. En 1962, representantes de países en desarrollo se reunieron en El Cairo y demandaron justicia en el comercio. En 1964, se formó el Grupo de los 77 antes de la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. El Grupo de los 77, una coalición de países en desarrollo, llevó a cabo su primera reunión ministerial en 1967, cuando estableció conceptos clave como el de “los países menos desarrollados” y formalizó los principios de cooperación Sur-Sur. Este impulso persiste hasta la actualidad, ya que grupos regionales como la Unión Africana, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños fomentaron la solidaridad, mientras que la expansión del BRICS y el lanzamiento del Área de Libre Comercio Continental Africana evidencian una integración más fuerte del Sur Global. Como defensora del Espíritu de Bandung, China siempre ha respaldado los derechos de desarrollo de Sur Global. Iniciativas como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras y el Nuevo Banco de Desarrollo fundado por el BRICS, han desbloqueado nuevo financiamiento para las economías emergentes. La Iniciativa de la Franja y la Ruta ha expandido la conectividad, generando oportunidades en todos los países socios. En la actualidad, el Sur Global representa más del 40 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial e impulsa el 80 por ciento del crecimiento económico mundial. Ha pasado de ser la antigua periferia de la economía mundial a convertirse en su motor de crecimiento más dinámico. DEL DOMINIO OCCIDENTAL A LA GOBERNANZA GLOBAL El Espíritu de Bandung reunió al Sur Global y cuestionó abiertamente el dominio de Occidente en los asuntos mundiales. Después de décadas de esfuerzos por parte del Sur Global, están ocurriendo cambios reales. El mecanismo BRICS extendido ha surgido como una plataforma fundamental para la solidaridad en el Sur. La III Cumbre del Sur del G77+China pidió un sistema económico y financiero más inclusivo y equitativo. Siguiendo la tendencia, en la Cumbre de Beijing de 2024 del Foro de Cooperación China-África, China y 53 países africanos se unieron para promover la equidad y la justicia en el mundo. Juntos, señalaron un cambio hacia la gobernanza mundial con la participación de Sur Global. Guiada por el Espíritu de Bandung, China consistentemente ha estado de lado de los países en desarrollo al proporcionar apoyo para el desarrollo, promoviendo la integración regional y profundizando la cooperación Sur-Sur. Como un miembro natural del Sur Global, China ha proporcionado asistencia para el desarrollo a más de 160 países y se ha asociado con más de 150 naciones en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. También ha establecido el Fondo de Desarrollo Global y Cooperación Sur-Sur, cofundó la Iniciativa de Cooperación Internacional en Ciencia Abierta y propuso 10 acciones de asociación para China y África. La visión de China de construir una comunidad de futuro compartido de la humanidad, junto con la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa para la Civilización Global, se alinea a la búsqueda de paz, desarrollo y justicia del Sur Global. Enraizadas en el Espíritu de Bandung, estas ideas valoran la cooperación de ganancia compartida por encima del hegemonismo y reflejan las aspiraciones colectivas de las naciones en desarrollo. Esta sinergia fue poderosamente articulada por el presidente chino, Xi Jinping, en la Conferencia de Conmemoración del 70º aniversario de los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica el pasado mes de junio, donde señaló: “De todas las fuerzas en el mundo, el Sur Global sobresale con un fuerte impulso”. Xi dijo que deben volverse “más abiertos y más inclusivos, y aunar esfuerzos para tomar la iniciativa en la construcción de una comunidad de futuro compartido de la humanidad”. Fin

Por Vimag

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