Por Gerardo Laborde MONTEVIDEO, 18 abr (Xinhua) — Hace casi un siglo que el barrio Prado Montevideo de la capital uruguaya recibe en Semana Santa las llamadas jineteadas gauchas, que son actividades ecuestres características de los habitantes rurales del cono sur y que cada vez enfrentan mayor rechazo por parte de las organizaciones protectoras de los animales que las consideran una práctica cruel. “Las jineteadas son una actividad intrínsecamente violenta. Es imposible realizar una jineteada sin que haya violencia explícita hacia el caballo”, dijo a Xinhua la activista Rita Rodríguez, representante del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) de Uruguay. Rodríguez es también fundadora de la organización no gubernamental Trato Ético Animal, cuya labor se centra en el diseño de políticas públicas para la protección animal. La activista comentó que el animal “reacciona en función de estímulos que son aversivos para él, o sea, que quiere escapar de ese lugar, incluso arriesgándose a su propia muerte”. La organización Trato Ético Animal busca precisamente la prohibición de estas prácticas ecuestres, al igual que otras organizaciones protectoras de los animales agrupadas en la Coordinadora para la Abolición de las Jineteadas. De acuerdo con el planteamiento de estos grupos ambientalistas, estas actividades deben ser erradicadas más allá de las medidas de bienestar animal. “Decir que hay protocolos para reducir el daño implica decir que estamos haciendo el daño simplemente por placer y por entretenimiento”, opinó Rodríguez. Las jineteadas, destrezas criollas consideradas por ley como deporte nacional desde 2006, tienen gran arraigo entre la población uruguaya, en especial en las zonas rurales, con una difusión a nivel nacional y presencia temporal en la capital uruguaya. En tanto, la organización Plataforma Animalista lleva a cabo la recolección de las 150.000 firmas necesarias para exigir a la Junta Departamental (legislativo capitalino) de Montevideo que expida la prohibición de esta actividad. Frente a esta posición que rechaza la práctica en la que intervienen animales están quienes defienden su permanencia, como el caso de Dalton Delgado, encargado del ruedo de las jineteadas del Prado Montevideo. Delgado defiende la permanencia de la actividad equina, al sostener ante medios locales que se trata de “un deporte” y “un espectáculo” con muchísima gente que lo sigue. El responsable del ruedo sostuvo que estos animales son como otros utilizados en deportes y cuentan con “bienestar permanente”. Por su parte, el gerente de Eventos de la Intendencia de Montevideo, Pablo Barletta, refirió que la práctica con caballos considera “todas las precauciones” para “minimizar” riesgos de accidentes para jinetes y animales. La Intendencia de Montevideo es la entidad organizadora de la edición número 98 de la Semana Criolla del Prado desarrollada del 13 al 20 de abril de 2025. En los últimos años, el gobierno capitalino ha modificado en tal sentido el reglamento respectivo con distintas medidas como la incorporación de espuelas sin puntas, palenques (estructuras de madera) acolchonados y presencia de veterinarios para supervisar el cuidado de los animales. La polémica se intensificó antes de la presente semana, luego de que el Ejecutivo postergó por 180 días la aplicación de la nueva reglamentación de las jineteadas elaborada por el INBA con medidas para el bienestar animal, lo que podría dificultar su realización al interior del país, pero no en Montevideo. Las actividades en la Rural del Prado atraen a miles de espectadores como una de las principales atracciones en estos días de Semana Santa, además de otras propuestas de tipo cultural y comercial con varios escenarios artísticos. La polémica en la capital uruguaya promete seguir entre quienes defienden la tradición ecuestre y quienes p