BUENOS AIRES, 14 abr (Xinhua) — La primera jornada financiera sin control cambiario en Argentina transcurrió hoy sin sobresaltos en el tipo de cambio, el cual se mantuvo dentro del esquema de flotación dispuesto por el Gobierno y las autoridades económicas. El dólar oficial habilitado para la venta al público, sin restricciones desde hoy, aumentó 12,1 por ciento hasta los 1.233 pesos por unidad, mientras que los dólares paralelos cedieron hasta un 7 por ciento, reduciéndose la diferencia cambiaria. El dólar “blue”, de referencia en el mercado paralelo, terminó la ronda en 1.285 pesos por unidad, cayendo 6,5 por ciento; mientras que los denominados “dólares financieros” resultantes de operaciones bursátiles cerraron con bajas en línea con el “blue”. En ese contexto, el segmento financiero “Contado Con Liquidación” (CCL) y el “Mercado Electrónico de Pagos” (MEP) finalizaron con caídas hasta un precio de 1.265 pesos y 1.254 pesos por unidad, respectivamente. El Banco Central de la República Argentina (BCRA) no intervino en el mercado de cambios y las reservas internacionales brutas finalizaron en descenso, hasta los 24.305 millones de dólares, explicado principalmente por las ventas realizadas el pasado viernes. Según la prensa local, se espera que el primer desembolso por 12.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco del nuevo programa de Facilidades Extendidas (EFF, siglas en inglés) se concrete este martes, todo lo cual permitirá fortalecer las reservas. El Gobierno del presidente Javier Milei anunció el pasado viernes el fin del estricto control cambiario que regía en el país suramericano desde 2019, y que establecía un límite de compra de 200 dólares mensuales para las personas humanas así como numerosas restricciones a las empresas. El nuevo esquema cambiario se basa en un sistema de flotación de bandas en el que el tipo de cambio oficial cotizará entre los 1.000 y 1.400 pesos por unidad, manteniendo el ritmo de variación mensual del 1 por ciento. Con la eliminación del “cepo” se elimina la aplicación de una percepción impositiva del 30 por ciento a la compra de divisas para atesoramiento, un impuesto que seguirá rigiendo para gastos con tarjeta de crédito y compras asociadas a turismo en el exterior. Además, el BCRA autorizó el giro de utilidades al exterior para empresas a partir de los balances que comiencen en 2025 y en cuanto al comercio exterior se flexibilizan los plazos para el pago de importaciones, con condiciones más favorables para las empresas. Además, se eliminó el llamado “dólar blend”, un sistema mixto que se aplicaba a los exportadores para liquidar divisas en el mercado interno. Fin