por He Fei BEIJING, 16 nov (Xinhua) — Como mezcla representativa de las principales economías del mundo, el Grupo de los Veinte (G20) se ha convertido en el principal foro al que el mundo mira hoy en momentos de crisis y agitación económica global. Con un profundo conocimiento del papel único del G20, el presidente chino, Xi Jinping, ha defendido consistentemente los esfuerzos conjuntos del G20 para seguir el espíritu de “navegar en el mismo barco” y aunar esfuerzos para estar a la altura de sus respectivos deberes. Ahora que Xi se une a otros líderes para la 19ª cumbre del G20 en Brasil, la comunidad internacional espera con interés para ver cómo abordarán las grandes incertidumbres que preocupan al mundo actual, en particular, las soluciones propondrá China para construir un futuro mejor para todos. HACER FRENTE AL RETO Cuando los líderes del G20 se reunieron en su primera cumbre en noviembre de 2008 en Washington, luchaban por hacer frente a un colapso financiero mundial sin precedentes. Gracias a un impulso colectivo, el grupo ayudó a alejar a la economía mundial del borde del abismo y encaminarla hacia la recuperación. En los últimos años, China se ha unido a otros miembros del G20 para hacer frente a otra gran crisis, la pandemia global más grave en un siglo y la consiguiente recesión económica. Esta vez la batalla ha sido aún más desafiante. Como observó Xi, el impacto ha sido incluso más devastador que el de la vorágine de 2008. Para revitalizar la recuperación económica global después de la pandemia, Xi instó a todos los miembros del G20 a que estuvieran a la altura del desafío, mejoraran la coordinación de las políticas macroeconómicas internacionales, estabilizaran conjuntamente las cadenas industriales y de suministro mundiales y redujeran las barreras comerciales, incluidos los aranceles. Uno de los problemas clave que los miembros del G20 abordaron conjuntamente fue la carga de la deuda, que limitaba los recursos de los países de bajos ingresos para combatir la pandemia y salvaguardar vidas. En abril de 2020, el G20 anunció la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés) para ayudar a los países vulnerables, un mecanismo excepcional de seguridad financiera que se extendió hasta diciembre de 2021. Bajo el liderazgo de Xi, China implementó en todos sus aspectos la DSSI del G20, suspendiendo el mayor monto de pagos de servicio de la deuda entre todos los miembros del grupo de los 20. “China desempeñó su papel de manera destacada como un miembro responsable del G20” al ayudar a abordar el problema de la deuda soberana de los países africanos, según un informe de la Iniciativa de Investigación China-África de la Universidad Johns Hopkins, un programa dedicado a comprender los aspectos políticos y económicos de las relaciones entre China y África. CONSTRUIR UN “JARDÍN PARA TODOS” Aunque el mandato inicial del G20 era actuar como una especie de “bombero” ante crisis económicas globales, el presidente Xi imagina un rol más ambicioso para el grupo. El líder chino ha defendido consistentemente la causa del desarrollo común, comprometiéndose a construir un “jardín compartido por todos los países”. Como firme defensor del derecho igualitario al desarrollo, especialmente para los países en vías de desarrollo, Xi sostiene que el desarrollo es real solo cuando todos los países avanzan juntos y que los pioneros deben ayudar sinceramente a otros a desarrollarse. El septiembre de 2016, Xi presidió la Cumbre del G20 en Hangzhou, capital de la provincia china de Zhejiang. Durante esa reunión, China invitó a más países en desarrollo que en cualquier reunión anterior del G20, y marcó un cambio en el enfoque del G20 que pasó de la respuesta a la crisis a corto plazo a la gobernanza a largo plazo. En esa cumbre histórica se sentaron tres precedentes fundamentales. Por primera vez, el desarrollo ocupó un lugar destacado en el marco de las macropolíticas mundiales, se adoptó un plan de acción sobre la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y el G20 como grupo prestó apoyo a la industrialización en África y en los países menos desarrollados. Para ayudar a otros países en desarrollo a cumplir sus aspiraciones de desarrollo, Xi también ha estado trabajando para aumentar su representación en el sistema de gobernanza económica mundial. A pesar del notable ascenso del Sur Global en los últimos años, los países en desarrollo siguen estando subrepresentados en la gobernanza mundial. “El sistema de gobernanza global dominado por el Occidente se ha vuelto prominentemente injusto, obstaculizando la seguridad y el desarrollo sostenible globales”, dijo Xu Feibiao, director del Centro de Estudios de BRICS y del G20 del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China. En la cumbre del G20 celebrada en Bali, Indonesia, en 2022, China lideró el apoyo a la incorporación de la Unión Africana (UA) al G20. En su reunión al margen de la cumbre, el entonces presidente senegal Macky Sall, quien también era el presidente de la UA ese año, agradeció a Xi por ser el primero en apoyar públicamente la adhesión de la UA en el G20. Un año después, el bloque se convirtió en la segunda organización regional, después de la Unión Europea, en unirse al G20 como miembro permanente. CREAR JUNTOS UN FUTURO MEJOR “¿Qué es lo que está mal en este mundo, qué debemos hacer al respecto?”, Xi planteó “la cuestión de nuestro tiempo” en la cumbre del G20 de Bali, después de haberla formulado por primera vez en el Foro Económico Mundial allá por 2017 en Davos, Suiza. El G20 representa dos tercios de la población mundial y aporta casi el 90 por ciento del producto interior bruto y el 80 por ciento del comercio mundial. Así pues, en opinión de Xi, corresponde al grupo desempeñar un papel de liderazgo para que el mundo supere la actual mala racha y cree un futuro mejor para la humanidad. Como líder de la segunda economía más grande del mundo, Xi se mantiene firme en la defensa de la globalización y la construcción de una economía mundial abierta. En la cumbre de Osaka de 2019, desafiando los fuertes vientos en contra unilateralistas y proteccionistas, Xi anunció cinco grandes medidas para seguir abriendo el mercado chino, entre ellas aumentar las importaciones y dar un trato igualitario a todo tipo de empresas. China, bajo su liderazgo, se ha mantenido como uno de los principales motores del crecimiento económico mundial, contribuyendo en torno al 30 por ciento del crecimiento mundial a lo largo de los años. Xi tiene la respuesta a “la cuestión de nuestro tiempo”: construir una comunidad de futuro compartido de la humanidad. En la cumbre de Bali, pidió a todos los países que hicieran suya esta visión y abogaran por la paz, el desarrollo y la cooperación beneficiosa para todos. A lo largo de la última década, China ha aportado su fuerza a esta visión global con una convicción firme y acciones sólidas. La Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) es un claro ejemplo. Hasta ahora, más de 150 países y más de 30 organizaciones internacionales han firmado documentos de cooperación con Beijing en el marco de la BRI, testimonio de su creciente atractivo mundial. Como piedra angular crucial para construir una comunidad de futuro compartido de la humanidad, Xi propuso en los últimos años las tres iniciativas globales, a saber, la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa para la Civilización Global, que ofrecen las soluciones de China a los principales desafíos globales relacionados con la paz y el desarrollo. Fin

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