BEIJING, 16 nov (Xinhua) — Muchas personas extrañan el rico y clásico sabor de los tomates durante su infancia. Este deseo se debe en gran medida a las técnicas modernas de cultivo que priorizan los altos rendimientos, a menudo a expensas de los factores genéticos que contribuyen al sabor de la fruta. Sin embargo, un equipo chino ha encontrado una manera de liberar genéticamente el freno de azúcar del tomate sin sacrificar el rendimiento. Este emocionante desarrollo implica que tomates más dulces y jugosos podrían regresar pronto a los supermercados. Los investigadores de la Academia de Ciencias Agrícolas de China realizaron pruebas de sabor en más de 100 variedades de tomates e identificaron 33 compuestos de sabor que afectan las preferencias de los consumidores. Posteriormente, analizaron el contenido de estos compuestos de sabor en más de 400 muestras de tomate de todo el mundo y realizaron una secuenciación genómica. Esto llevó al descubrimiento de 49 genes que influyen en el sabor, incluidos dos que regulan el contenido de azúcar. Con solo eliminar dos genes, los niveles de glucosa en las frutas experimentaron un aumento de hasta el 30 por ciento. Esta modificación también podría tener un efecto similar en los niveles de glucosa y fructosa de los tomates producidos en masa. Como resultado, los proveedores podrían vender tomates más dulces sin tener que preocuparse por una disminución en el peso o el rendimiento de la fruta, según el estudio publicado en la revista Nature esta semana. El resultado del estudio plantea la posibilidad de “utilizar la gran diversidad genética existente en las especies silvestres, que se ha perdido parcialmente en las variedades domesticadas, para mejorar las variedades modernas”, comentó Christophe Rothan, biólogo frutícola del Instituto Nacional de Investigación Agrícola de Francia, en un artículo de análisis sobre el trabajo del equipo chino. También es un importante paso adelante en “la comprensión de cómo las frutas producen y almacenan azúcar”, según el texto. Fin