LA PAZ, 1 ago (Xinhua) — Bolivia comenzó agosto, mes de sus fiestas patrias, en un clima de creciente tensión y conflicto con carreteras troncales y fronterizas, además de calles en las ciudades de los nueve departamentos del país que se encuentran bloqueadas por diversas organizaciones de transportistas que exigen el aprovisionamiento de diésel. La estatal Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) confirmó que las vías en los departamentos de La Paz (oeste), Potosí (sudoeste), Chuquisaca (sur), Santa Cruz (este), Beni (centro norte), Pando (noroeste), Tarija (sur), Cochabamba (centro) y Oruro (oeste) están afectadas por los bloqueos. La medida de presión, iniciada por el transporte pesado el miércoles 31 de julio de forma indefinida y a la que este jueves se sumó el transporte urbano, responde a la escasez de diésel, la falta de dólares y a la acumulación de quejas por las largas filas en los surtidores que se muestran desde la pasada semana. El conflicto, que comenzó de manera localizada en algunas carreteras interdepartamentales y fronterizas, se ha extendido este jueves a todo el país con el apoyo del transporte sindicalizado de pasajeros, con demandas que incluyen la renuncia de varias autoridades relacionadas con el sector en conflicto. Mientras los sindicatos del transporte pesado han declarado un paro y bloqueo indefinido, el transporte urbano ha decidido sumarse temporalmente esta jornada, evaluando sus próximas acciones. En respuesta a la crisis, el gobierno de Luis Arce conformó un comité interministerial con la instrucción de trabajar incansablemente para solucionar la problemática. Sin embargo, la situación ha sido calificada por el ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, como el inicio de un posible golpe de Estado. “Es un ataque, es el inicio del golpe de Estado contra nuestro gobierno”, denunció Montaño, señalando que los transportistas impiden el traslado de combustibles al país desde el puerto de Arica, en Chile. El ministro también sugirió que detrás de este nuevo conflicto están los mismos actores que participaron en el golpe de Estado de 2019 contra el gobierno de Evo Morales, añadiendo que ahora se está pidiendo el adelantamiento de elecciones y la renuncia de autoridades. A su vez, el viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental del Ministerio de la Presidencia, Gustavo Torrico, respaldó esta postura al afirmar este jueves en rueda de prensa desde La Paz que los bloqueos tienen “más tintes políticos electorales que sindicales”. El presidente Luis Arce, por su parte, denunció el miércoles en una conferencia de prensa que los recientes pedidos de acortar su mandato esconden una clara intención de desestabilizar su gobierno. Arce subrayó que el tema del diésel, usado como justificación para los bloqueos, ya tiene una solución en marcha, revelando las verdaderas motivaciones políticas detrás de estas acciones. “Está claro para la población cuál es la intención con este tema. Primero, es desestabilizar el gobierno con un asunto al que ya estamos dando solución. Plantean ultimátum, diciendo que si no pasa esto van a pedir el acortamiento de mandato. Eso, ¿qué quiere decir? Es una posición política que hemos visto también, paradójicamente, días antes del golpe de Estado fallido”, manifestó Arce. Por su parte, el presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, aseguró que el suministro de diésel se normalizará este fin de semana, aunque advirtió que, si los bloqueos persisten, los carburantes no podrán llegar al país desde el Pacífico. La Capitanía del Puerto de Arica confirmó este jueves que uno de los buques en Arica comenzó la descarga de combustible en la terminal Sica Sica que es operada por YPFB. Fin

Por Vimag

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