RÍO DE JANEIRO, 12 jul (Xinhua) — Los países de América Latina y el Caribe, pese a su inmensa biodiversidad, están rezagados en el crecimiento asociado a la llamada economía verde, afirmaron hoy los especialistas durante la 76ª reunión de la Sociedad Brasileña para el Avance de la Ciencia, celebrada en Belém (norte de Brasil). Con miras a revertir esta situación, los expertos destacaron la necesidad de adoptar políticas de descarbonización de la industria como forma de promover el desarrollo y reducir la desigualdad social. A ojos de la directora interina de la Oficina de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en Brasilia, Camila Gramkow, el crecimiento proyectado del 2,1 por ciento de las economías de la región para 2024 es lento, siguiendo el patrón de los últimos años. La Cepal también señala que el crecimiento será menor en América del Sur, con un 1,6 por ciento. Se espera que Centroamérica y México crezcan un 2,7 por ciento y el Caribe (excluida Guyana) un 2,8 por ciento. En una mesa redonda sobre una política de descarbonización de la industria, Gramkow dijo que la situación es aún más grave en el escenario del cambio climático, que tiende a exacerbar la desigualdad social que históricamente ha existido en la región. “El cambio climático es un detonante, un acelerador de la desigualdad, los actores que van a sentir sus efectos son las comunidades más vulnerables, las que viven en las laderas de los cerros y están sujetas a deslizamientos; las que viven en las riberas de los ríos y están sujetas a inundaciones y sequías severas, etcétera”, apuntó. En su opinión, “la crisis ambiental no es un problema nuevo que se está creando, sino que es un problema que agrava los problemas que ya existen”. El reto de la región, continuó, es avanzar hacia un crecimiento más dinámico e integrador. Y una de las vías es adoptar políticas dirigidas a descarbonizar la industria mediante un “gran impulso” de la inversión. Consideró que este impulso tendría la capacidad, a corto plazo, de impulsar la prosperidad económica y la creación de empleo y, a largo plazo, de impulsar cambios en la matriz industrial, centrados en la descarbonización y la economía verde. “Si no hay inversión en la industria, para que sea capaz de generar parte de las soluciones, de las tecnologías descarbonizadoras, será una oportunidad perdida para transformar esto”, dijo Gramkow, recordando que a principios de la década de 1990, Brasil era responsable de cerca del 12 por ciento del total de patentes verdes en el mundo y actualmente representa el 1 por ciento. Por su parte, João Francisco Avelino, director de Descarbonización y Finanzas Verdes de la Secretaría de Economía Verde, Descarbonización y Bioindustria del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio de Brasil, destacó que la mayor parte de la matriz energética del país está compuesta por fuentes renovables. Aprovechó también para señalar que la deforestación es la principal causa de las emisiones de gases de efecto invernadero en Brasil. “En muchos aspectos, ya hemos hecho una transición energética, nuestra matriz energética es mucho más limpia que la del resto del mundo. Cuando se trata de discutir la descarbonización en Brasil, tenemos que tener un enfoque que represente nuestra realidad. Vemos la descarbonización como una oportunidad de negocio”, concluyó. Fin