DALIAN, 29 may (Xinhua) — He Zehua, exsubdirector de la Administración Estatal del Monopolio del Tabaco de China, fue sentenciado a muerte, con indulto a los dos años, por aceptar una gran cantidad de sobornos. La sentencia fue dictada el miércoles por el Tribunal Popular Intermedio de Dalian, ciudad de la provincia de Liaoning. Según el fallo del tribunal, después de que expire el período de indulto de dos años y la pena sea conmutada por cadena perpetua, de acuerdo con la ley, no se permitirá más conmutación ni tampoco libertad condicional. También se privó a He de sus derechos políticos de por vida, se confiscaron todos sus bienes personales y se recuperaron todas sus ganancias ilegales, que luego se entregaron al tesoro del Estado. El tribunal determinó que entre 1998 y 2023, He se aprovechó indebidamente de sus diversos cargos, incluidos los de alto funcionario de las agencias locales de monopolios del tabaco, así como el de subdirector de la Administración Estatal del Monopolio del Tabaco, para brindar ayuda a terceros en asuntos relacionados con operaciones comerciales, contratación de proyectos y promoción y contratación de personal, aceptando ilegalmente dinero y obsequios por valor de más de 943 millones de yuanes (132,6 millones de dólares) a cambio. También se descubrió que abusó de su influencia en los cargos que ocupó para buscar beneficios indebidos para terceros entre 2014 y 2016, aceptando a cambio dinero y regalos avaluados en más de 1,47 millones de yuanes. De acuerdo con el fallo judicial, la cantidad de sobornos relacionados con los delitos cometidos por He fue desproporcionada, las circunstancias fueron especialmente graves y el impacto social fue extremadamente negativo, causando pérdidas significativas a los intereses del país y del pueblo. Sin embargo, He no llegó a recibir parte de los sobornos que le fueron ofrecidos, y además cooperó durante la investigación y en la devolución de las ganancias ilegales, que al final fueron recuperadas en su totalidad. Estos factores fueron tenidos en cuenta a la hora de dictar sentencia. Fin